Balacera en Zapopan; caen diez presuntos sicarios
Zapopan, Jalisco.- Dos policías de Zapopan heridos a balazos, un delincuente muerto, la detención de cuando menos diez individuos que según se dijo extraoficialmente pudieran pertenecer al cártel de las drogas que comanda Arturo Beltrán Leyva; y el decomiso de verdadero arsenal, consistente en poderosas armas de fuego, granadas de fragmentación y cargadores de cuerno de chivo, fue el saldo de persistente persecución y nutrida balacera la madrugada de este domingo, al poniente de la ciudad.
La historia comenzó a tejerse a eso de las 4:45 de la mañana, por la carretera a Nogales, dentro de la zona que comprende el sector 4 de Zapopan, cuando patrulleros de la policía municipal detectaron una camioneta gris metálico sin placas, marca Durango, a la que intentaron interceptar, pero los ocupantes lanzaron objetos contra la patrulla y siguieron la marcha. Poco más adelante, la camioneta hizo alto total y sus ocupantes bajaron, pero llevaban empuñados sendos fusiles, eran cuatro los hombres que amenazaron a los dos policías y además de obligarlos a descender de la patrulla, los golpearon a cachazos, luego escaparon.
Desgraciadamente, la "sofisticación" del sistema de comunicaciones, evitó que se pudiera dar a conocer rápidamente lo ocurrido a las demás patrullas, porque aunque los policías golpeados dieron a conocer a su central lo que sucedía, los demás patrulleros no se enteraron por tener una frecuencia diferente, de tal forma que fue hasta minutos después que otra patrulla detectó a los mismos individuos, por el Periférico a la altura de la Avenida 5 de Mayo, rumbo a San Juan de Ocotán e intentó detenerlos porque no llevaban placas de circulación, siendo entonces cuando les dispararon y lesionaron a los dos policías.
Al igual que los uniformados pidieron apoyo vía radio, seguramente por celular lo hicieron los delincuentes perseguidos, por lo que tanto patrullas como vehículos particulares de color gris metálico, de diferentes características, se dejaron ver por el Periférico Poniente. Los coches y camionetas particulares se pusieron en convoy, produciéndose una serie de tiroteos, tanto por el lado de la carretera a Nogales y el Periférico Poniente, como en Guadalupe y Periférico, como en el camino a El Tutelar y el Periférico.
Los vehículos involucrados en estos hechos fueron: un Nissan Titan JL-97329; una camioneta Chevrolet de color gris con placas VBE-1737, un BMW de color gris metálico con placas JEB-9943, y una camioneta Durango de color gris, sin placas. Además de un Nissan con placas JSZ-8735, que de alguna forma estuvo involucrada en estos hechos.
Dos de las unidades en que se desplazaban los sicarios, habían enfilado hacia la colonia El Colli, entrando por Guadalupe, pero fueron a dar a una calle cerrada; en ese sitio, abandonaron dos camionetas, para escapar escalando muros y brincando de azotea en azotea, hasta que uno de ellos cayó muerto. Las autoridades señalaron que se suicidó al verse copado.
Otro vehículo, la camioneta Durango sin placas, de color gris, continuó hasta la altura de El Tutelar, donde intentó escapar saliendo del Periférico para enfilar rumbo al Tutelar, pero en la desviación fue interceptada por las patrullas, que le dispararon por todos los flancos, atrás, adelante, el lado derecho y el lado izquierdo, de modo que tuvieron que detenerse los ocupantes y aunque trataron de escapar, finalmente fueron aprehendidos. Llevaban en esta unidad nada menos que 25 granadas de fragmentación y cuando menos tres fusiles R-15.
Por identificaciones que traía consigo, se supo que el pistolero que resultó muerto al pie del Cerro del Colli, era Moisés Mercado Corona, de 38 años, originario de Veracruz, quien llevaba una pistola calibre .40 y falleció a consecuencia de un tiro en la cabeza, con entrada en la sien derecha y salida al lado izquierdo. Cerca de él quedó tirada una mochila con cinco granadas de fragmentación y dos más de estos artefactos explosivos estaban en el suelo, como si se le hubieran caído al tratar de accionar alguna de ellas y hubieron rodado, yendo a quedar a poca distancia del cadáver.
De acuerdo con los reportes policiacos, cuando menos diez fueron los detenidos, a quienes les decomisaron en diferentes escenarios: un fusil AK 47 con cargador de disco, ocho cargadores más de disco, ocho fusiles R-15, 43 cargadores de R-15 más, diez chalecos antibalas, siete fornituras, una pistola .38 súper, una 9 mm., doce cargadores de pistola, otras cinco granadas de fragmentación en una mochila que llevaba el muertito y dos grandas que cayeron al piso, teléfonos celulares, y aros de aprehensión.
En el lugar de los hechos se dieron cita soldados del Ejército Mexicano, policías del Estado, policías municipales de Zapopan y agentes de la Policía Investigadora, quienes se hicieron cargo de los detenidos, las armas y demás utensilios.
Al ser trasladados los detenidos a las instalaciones de la Procuraduría de Justicia del Estado, personal militar, tanto uniformado como de civil, se mantuvo pendiente, para impedir una fuga o cualquier situación anómala.
Por lo que respecta al cuerpo del pistolero fallecido se montó guardia especial afuera del Semefo, debido a que corrieron versiones de que delincuentes tratarían de rescatar el cadáver, como ha sucedido en otras plazas de la República.