7 de Junio de 1939, Aniversario Luctuoso Francisco Sarabia Tinoco
7 de Junio de 1939, Aniversario Luctuoso Francisco Sarabia Tinoco
Francisco Sarabia Tinoco, pionero de la aviación mexicana. El aguilucho, La Flecha de Jade. El Lindberg Mexicano, La Saeta Esmeralda, El Ícaro Mexicano, Nuestro Thotli, son algunos de los títulos que le adjudicaron a Sarabia los periodistas de México y de Estados Unidos.
Nacido en Ciudad Lerdo Durango el 3 de julio de 1900, Hijo de Francisco Sarabia y de María Tinoco.
Fundador y administrador de la empresa Transportes Aéreos de Chiapas, estableció comunicación aérea con Tabasco, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.
El 24 de mayo de 1939, voló desde el campo de Balbuena en Ciudad de México hasta el campo Floyd Bennett en Nueva York. En su avión GeeBee, apodado "EL Conquistador del Cielo", Sarabia rompió la marca de velocidad, haciendo el recorrido en 10 horas 47 minutos.
Francisco Sarabia falleció el día 7 de junio de 1939 en las aguas del río Potomac cuando su avión se desplomó unos minutos después de despegar de Washington, DC de regreso a Ciudad de México. Su cuerpo fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México.
Después de él no hubo más pioneros mexicanos que abrieran rutas de la aviación comercial.
Aquel 24 de mayo de 1939, A las 6 horas, 52 minutos y 23 segundos, el avión empezó a avanzar sobre la pista en los campos de aviación de Balbuena. Por compañía, una valija de correspondencia, un bidón de oxígeno con mascarilla, un ligero portafolios, con todos sus documentos, sus cartas de navegación en orden, bitácora, un paquete con tres sandwiches, tres mangos y un pequeño termo de café. Momentos antes de abordar, su amigo el torero Jesús Espinosa Armillita se le acercó a saludarlo y de su cartera extrajo un relicario con medallas benditas; lo puso en sus manos diciendo:
-Yo las cargo siempre que voy a torear.
-Gracias. También llevo la bendición de mi madre.
A las 17:04 se cumplieron 10 horas de vuelo. A las 17:30 todos supieron que tenía gasolina y aceite sólo para 10 horas, sin embargo, la pista en Floyd Bennett está despejada desde las 3 de la tarde. -Si no llega en cinco minutos, ya no llega.
Aparece un puntito en el horizonte. ¡Alli viene! ¡Allí viene! - ¿Será el? - ¡El Conquistador! ¡El Conquistador!
El Gee Bee está sobre el campo y aterrizará en cinco minutos, porque tiene que que dar la vuelta para encontrar vientos contrarios, pero inmediatamente se descolgó a la pista y con viento a favor, tocó tierra a las 17:40:04.
Estando en Nueva York, acudió a la Feria Mundial, donde sus amigos le tenían preparada una sorpresa en el pabellón de aeronáutico de la Granville, Miller and Delackner, fabricantes de su avión, en la fecha que se inauguraría el pabellón mexicano. El embajador mexicano, dr. Francisco Castillo dijo a la concurrencia:
-México viene a esta feria mundial con la sencillez de nuestra tradición y la sorprendente sabiduría de nuestros ancestros. Y corresponde el honor de inaugurar esta exposición al valeroso piloto mexicano Francisco Sarabia.
Francisco respondió: - Tomo este honor sin merecerlo y agradezco esta singular distinción que me hace el gobierno de mi patria y al cortar este listón ceremonial quiero repetir lo que ya he dicho a la prensa y en diferentes reuniones aquí en Nueva York: Mi vuelo sólo aspira a la concordia; no es un récord más, sino una barrera menos.
El 7 de junio de 1939, en el campo Bolling Field, Sarabia hizo una breve inspección a su avión. Se cargaron 400 Galones de combustible y 70 de aceite y se situó el avión en una de las pistas largas, pero surgió un incidente: la zapata del patín de cola se había desprendido, quedando el acero al descubierto. Sarabia decidió entonces despegar en una de las pistas de pasto para no rayar el pavimento con el acero del patín de cola. De esa manera tendría al frente el río Potomac en su parte más ancha.
Subió a la cabina. De pié, ya dentro del avión se colocó el paracaídas y el gorro de aviador. Con la mano envió los últimos adioses. Cerró la cabina y echó a andar el motor. Hizo las mismas pruebas de rutina, magnetos, presión y temperatura de aceite. Dió la señal para que retiraran las cuñas de las ruedas y aceleró el motor.
Había corrido mas de dos kilómetros y medío en su carrera de despegue cuando el motor tosió brevemente. Cerca de los tres kilómetros levantó la cola y despegaron las ruedas del suelo. Al ganta apenas unos 90 pies de altura, el motor tosió de nuevo varias veces. Todas las miradas se centraron en "El Conquistador del Cielo", que siguió volando a poca altura. De pronto, el motor se cortó, pero manejado por la mano maestra de Sarabia, el Gee Bee planeó un buen trecho buscando el río. Deja la zona de tierra, disminuyendo altura, vuela a ras del agua, chocan las ruedas contra la superficie del río y capotea. El pesado motor se clava.
Por más de 15 minutos, salvavidas, buzos y marinos luchan para liberar al piloto que se encuentra bajo el agua. La cabina no se abre. Sierras cuchillos y golpes. Inmovible, el pesado avión parecía clavado en el fango. se pidió una grúa de salvamento., Con el auxilio de la grúa, el aparato fue extraído del agua, escurriendo por todas partes lodo, agua y gasolina. Nuevamente trataron de sacar al piloto de la cabina, pero ni así pudieron correr la tapa de mica, por lo que el avión fue llevado a tierra. Hubo necesidad de aserrar la cabina para sacar a Sarabia, quien estaba sujeto con el cinturón de seguridad, las manos aferradas a los controles y los ojos vigorosamente cerrados.
Después de mucho tiempo abandonado, el avión fue restaurado y se encuentra ahora en Ciudad Lerdo, Durango, lugar de nacimiento de Francisco Sarabia, en un museo dedicado a él desde 1972, junto con objetos personales del piloto, fotografías y el traje de piloto y paracaídas que usaba el mismo día del accidente.
El avión y museo se encontraban faltos de mantenimiento, por lo que una iniciativa de voluntarios laguneros, comandados por Alejandro Fraire, compañero de este foro y mismo que me invitó a participar aquí hace ya 6 años, están restaurando y limpiando el avión y buscando reparar el museo o conseguir un nuevo sitio para él.
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