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Y ahora chocan ASPA y Aeroméxico
¿Pero qué está sucediendo con la actual dirigencia que encabeza el capitán piloto militar Humberto Gual? Su grupo se rehúsa a transformarse ante el nuevo contexto que vive la aviación mexicana.
marzo 01, 2023 | 5:05 am hrs
LA ASOCIACIÓN SINDICAL de Pilotos Aviadores (ASPA) fue fundada en 1958. Durante muchos años agrupó a los pilotos de Aeroméxico, Mexicana y Aeromar, vía la contratación colectiva.
Su fortaleza empezó a menguar hacia el 2005, cuando arrancaron operaciones las líneas de bajo costo: Volaris de
Enrique Beltranena, Interjet de
Miguel Alemán y VivaAerobus de
Roberto Alcántara.
Éstas agruparon a sus pilotos en otros sindicatos, buscando condiciones laborales competitivas, donde los contratos colectivos resultaron ser muy onerosos: un piloto de ASPA está mejor pagado.
Hoy la mayor parte de los pilotos comerciales en México están agrupados fuera de ASPA, que con la quiebra de Aeromar, le decía, pasó de ser un gremio de industria a uno de empresa.
¿Pero qué está sucediendo con la actual dirigencia que encabeza el capitán piloto militar
Humberto Gual? Su grupo se rehúsa a transformarse ante el nuevo contexto que vive la aviación mexicana.
En el caso de Aeromar, de
Zvi Katz, repitieron la historia de Mexicana de Aviación: es decir, hasta que ya estaba prácticamente quebrada desde el año pasado, flexibilizaron ciertas posturas.
La dirigencia actual ha optado por una estrategia de confrontación en distintos frentes, lo mismo contra el gobierno de la 4T que con su empleador, en este caso Aeroméxico, que dirige
Andrés Conesa.
Contra el presidente
Andrés Manuel López Obrador, al que llamó el Santa Anna de la aviación, lo mismo que contra Volaris, Aeroméxico y Viva Aerobus: “Son unos pusilánimes”.
Con la crisis del Covid, Aeroméxico entró y salió del
Chapter 11, proceso en el que se renegociaron condiciones laborales para dar viabilidad a la empresa. Esos acuerdos vencen a finales del 2024.
Pero en afán de reabrir el Contrato Colectivo de Trabajo antes, ASPA está boicoteando las operaciones para orillar a la empresa del Caballero Águila a cambiar esas condiciones pactadas que están vigentes.
He ahí la explicación de las demoras y cancelaciones recientes, acciones orientadas a entorpecer los procesos internos y ralentizar todo hasta lograr el vencimiento de las jornadas de los tripulantes.
Golpeando a los pasajeros es como ASPA y su líder esperan que la empresa doble las manos. Pero una disrupción en Aeroméxico generaría una paralización y caos de proporciones incalculables en la transportación.
Si la situación empeora, los pilotos se quedarían sin clientela y los únicos sobrevivientes serían los tripulantes de las aerolíneas Volaris y Viva Aerobús.