Algunos hechos tras el anuncio de la cancelación del NAIM por parte del presidente electo:
En ningún momento se ha hablado de que el dinero que estaba destinado al naim se vaya a ocupar para edificar escuelas, hospitales y ningún programa de asistencia social, sin embargo en vez de gastar en un solo aeropuerto (NAIM) se gastará en 3 (AICM, Sta Lucía y Toluca), además de las indemnizaciones que se pagarán por la cancelación del NAIM.
Para los que nos preocupa el medio ambiente: el hecho de tener 2 aeropuertos (Sta. Lucía+AICM) que comparten el mismo espacio aéreo para que los aviones hagan sus aproximaciones para aterrizar, estas se tendrán que restringir y espaciar, de modo que los aviones puedan irse acomodando en el espacio aéreo con su respectiva separación para garantizar la seguridad, haciendo que más aviones entren en zonas de espera, lo que significa que habrá más contaminantes en el aire.
Otro punto relacionado es que, al tener que cambiar de aeropuerto para realizar una conexión, se tendrá que tomar transporte terrestre, lo que también implica un mayor número de contaminantes, sin contar con que Sta. Lucía está a 40km del centro de demanda, lo que hará que a causa de los traslados, ya sea desde la CDMX o desde el AICM hasta ese punto se genere más contaminación.
Por otro lado, está documentado que en Zumpango (área de aproximación para aeronaves hacia Sta. Lucía), existe un número mucho mayor de aves que en las inmediaciones del lago Nabor Carrillo.
En el tema empresarial. Para el Ing. Carlos Slim, así como para los demás empresarios participantes del proyecto del NAIM, la cancelación de este no significa que dejarán de ser ricos o multimillonarios, puesto que los empresarios diversifican sus inversiones en varios negocios, y para ellos, el NAIM sólo representa uno de ellos; además de que serán indemnizados y podrán invertir en otros negocios, aquí o en el extranjero. Así que, ni los empresarios involucrados en el NAIM se empobrecerán ni los opositores al proyecto se enriquecerán gracias a su cancelación. Sin embargo, el sector que sí se verá afectado dentro del corto plazo son todas las personas que trabajan directamente en el proyecto, por lo que estamos hablando de la pérdida inmediata de decenas de miles de empleos, nadamás así porque sí. Que si bien podrían recuperarse algunos con la construcción de Sta. Lucía (si es que algún día lo hacen), no sería ni de cerca el número que se pierde en este momento.
Cabe mencionar que la operación de 3 aeropuertos simultáneamente no beneficia ni a los usuarios por el tiempo y costos de traslado, ni a las aerolíneas por sobrecostes que les representa tener infraestructura y personal en dos o más aeropuertos, y que al final esos sobrecostos de todas formas se transfieren al usuario final. Además, para incentivar a las aerolíneas, como propone AMLO para que vuelvan a operar en Toluca, el dinero tendría forzosamente que provenir de subsidios, dinero que bien se podría ocupar en escuelas, hospitales y otras tantas cosas que se necesitan.
Otro factor que hay que tomar en cuenta es que previo a la consulta se dijo que en 2 años estaría listo Sta. Lucía y que se conectaría al AICM con un tren, pero tras la consulta dicen que serán 3 años y que su conectividad con el AICM será con carril confinado. También primero decían que estudios avalaban a Sta. Lucía y tras la cancelación del NAIM dicen que van a iniciar con los estudios. En pocas palabras, a base de mentiras, engaños y manipulaciones, cancelaron un proyecto que cuenta con un 32% de avance y ha sido avalado desde hace años por instituciones públicas y privadas, nacionales e internacionales de expertos en la materia para sustituirlo por un concepto que hasta la fecha no tiene ningún sustento, ni pies, ni cabeza. Y para tal efecto se recurrió a la buena voluntad de los mexicanos para escudarse diciendo que ellos fueron los que decidieron, y eso es nada menos que un acto de vileza, hipocresía y cobardía.
Además, para que se pueda comenzar a construir un aeropuerto de uso comercial en Sta. Lucía, se requerirán de 5 a 10 años de estudios de factibilidad, mecánica de suelos, geotécnia, aeronavegabilidad, orografía, impacto ambiental, etc (proceso por el cual pasó el NAIM), y sólo hasta que un dictamen favorable que estudios profesionales concluyan, se podrá contar con las autorizaciones pertinentes para el uso de tal aeropuerto y no por decreto de AMLO y su gabinete.
Actualmente se critíca el sobrecosto que está generando el NAIM en su construcción, esto es algo normal ya que muchos de los insumos que se ocupan se cotizan en dólares; ahora imaginemos el costo que tendrá el aeropuerto de Sta. Lucía dentro de 5 o 10 años que inicie su construcción, a costos de ese momento y con el peso aún más devaluado. Al final será muchísimo más caro.
Confrontar a la población contra los empresarios y más aún confrontarla entre sí no puede traer cosas buenas.
Ojalá que AMLO en verdad materialice un proyecto ecológico que supere al NAIM.