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Hola, Fsmex.com!
Continuando con una serie de reportes de vuelos en una “trilogía” que tuve en los B787 de Aeroméxico en el último año y medio en Clase Premier, comparto con ustedes el siguiente vuelo, ahora en el segmento MTY-MEX.
El primer vuelo de esta serie de reportes fue de MEX a NRT el cual pueden encontrar ya publicado aquí: https://www.fsmex.com/foros/index.php?threads/mex-nrt-en-b787-8-aeroméxico-premier-one-detallado-y-con-fotos.69824/
Vamos al segundo capítulo.
Introducción:
En mayo de 2024 fui a Monterrey por cuestión de trabajo. Cuando estaba realizando la compra de vuelos, vi que un horario que me acomodaba para el vuelo MTY-MEX era operado por un B787-9. Originalmente compré el vuelo en tarifa Básica, pero días antes me empezaron a llegar ofertas para el ascenso a Clase Premier. La verdad lo que más me tentaba era poder probar la cabina premier en el B787-9 y sentir al menos por una hora qué tan diferente es respecto al B787-8, la cual conocí en agosto 2023.
Así que un día antes del vuelo, adquirí el ascenso por un costo de $2,399. La verdad, me pareció caro, ya que, en mi escala inventada, el factor es que, por cada hora de vuelo, el ascenso debe estar entre $1,000-$1,300 y en este caso, al ser un vuelo que apenas pasa de la hora, se salía totalmente del parámetro. Pero mi curiosidad fue mayor y por eso lo terminé adquiriendo.
MTY– MEX:
Vuelo: AM933
Aeronave: Boeing 787-9
Matrícula: N438AM
Clase: Premier
El 10 de mayo del 2024 fui a trabajar por la mañana y después me desplacé al aeropuerto de Monterrey. Solo llevaba equipaje de mano, pero quería cambiar mi asiento para mi vuelo en conexión de MEX-SLP, así que pasé a los mostradores de Aeroméxico en la Terminal B del aeropuerto de MTY, los cuales me parecen muy amplios. No había nadie en la fila priority, así que me despacharon rápidamente. Al tener aún tiempo disponible antes del abordaje, pasé por los filtros de seguridad (un proceso también ágil) y directo al Salón Premier para darle una visita y conocerlo.
El Salón me pareció no muy grande, pero siento que tiene las dimensiones adecuadas. Hay muchos lugares para sentarse e incluso me pareció ver que tiene áreas más privadas en caso de tener juntas o reuniones de trabajo. Lo que me pareció un poco impráctico, es que, a pesar de tener muchas sillas, estas no tienen mesas, así que si estarás en el Salón tratando de trabajar, será algo incómodo, porque no hay en donde recargar la computadora.
Similar al Salón Premier del AICM, hay refrigeradores con una amplia variedad de bebidas (cervezas, refrescos, agua, jugos, leche), barra para que te preparen o sirvan tragos con el licor de tu preferencia (tequila, whisky, ron, gin, y un largo etc.), así como selección de botanas (papas, cacahuates y galletas) y bocadillos.
Me tomé una Heineken bien fría y de ahí me pasé a pedirme tres palomas de Maestro Dobel, acompañando con cacahuates y los bocadillos disponibles, en este caso una pequeña chapata de jamón con queso. La verdad es que sentí que salí bien atendido, porque todo esto sucedió en un lapso de menos de una hora…
En general, la experiencia muy similar a la del AICM, el Salón Premier, sin ser tan rimbombante como los de otras aerolíneas que he visto en video, destaca por la amplia variedad de bebidas y la experiencia puede ser cómoda y amena, además de disfrutar de buenos bocadillos y snacks en lo que sale el vuelo.
Llegando la hora de abordar, me dirigí a la sala B10, la cual está saliendo a mano derecha del Salón. Pasé por la fila SkyPriority y ahora sí llegó el momento de “desquitar” a lo que había venido, lo cual era conocer ese B787-9 para compararlo con el -8.
Embarqué por la puerta de hasta enfrente e inmediatamente se nota una gran diferencia: la distribución de los asientos es 1-2-1, lo cual significa que todos tienen acceso al pasillo de forma directa (en el B787-8 es 2-2-2, los de las ventanas no tienen acceso directo al pasillo). El asiento se nota más moderno, con muchos más espacios para guardar cosas, así como la pantalla que se nota tiene mayor nitidez. Del mismo modo, por la orientación de los asientos, se nota “más privacidad”. Lo que sentí en el B787-8 es que, si volteas a tus lados, inmediatamente ves a tus vecinos y ellos a ti. En este B787-9, los asientos se sienten más “encapsulados”, lo cual hace que no tan fácilmente te vean, ni veas a los demás, a menos que te asomes por completo desde tu asiento. Esto es ahora la tendencia de un tiempo para acá en las nuevas cabinas Business que he visto se están usando en las aerolíneas con flota de largo alcance. El asiento también se puede convertir completamente en cama. Esto no lo probé, pero yo creo que ha de ser muy cómodo.
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Continuando con una serie de reportes de vuelos en una “trilogía” que tuve en los B787 de Aeroméxico en el último año y medio en Clase Premier, comparto con ustedes el siguiente vuelo, ahora en el segmento MTY-MEX.
El primer vuelo de esta serie de reportes fue de MEX a NRT el cual pueden encontrar ya publicado aquí: https://www.fsmex.com/foros/index.php?threads/mex-nrt-en-b787-8-aeroméxico-premier-one-detallado-y-con-fotos.69824/
Vamos al segundo capítulo.
Introducción:
En mayo de 2024 fui a Monterrey por cuestión de trabajo. Cuando estaba realizando la compra de vuelos, vi que un horario que me acomodaba para el vuelo MTY-MEX era operado por un B787-9. Originalmente compré el vuelo en tarifa Básica, pero días antes me empezaron a llegar ofertas para el ascenso a Clase Premier. La verdad lo que más me tentaba era poder probar la cabina premier en el B787-9 y sentir al menos por una hora qué tan diferente es respecto al B787-8, la cual conocí en agosto 2023.
Así que un día antes del vuelo, adquirí el ascenso por un costo de $2,399. La verdad, me pareció caro, ya que, en mi escala inventada, el factor es que, por cada hora de vuelo, el ascenso debe estar entre $1,000-$1,300 y en este caso, al ser un vuelo que apenas pasa de la hora, se salía totalmente del parámetro. Pero mi curiosidad fue mayor y por eso lo terminé adquiriendo.
MTY– MEX:
Vuelo: AM933
Aeronave: Boeing 787-9
Matrícula: N438AM
Clase: Premier
El 10 de mayo del 2024 fui a trabajar por la mañana y después me desplacé al aeropuerto de Monterrey. Solo llevaba equipaje de mano, pero quería cambiar mi asiento para mi vuelo en conexión de MEX-SLP, así que pasé a los mostradores de Aeroméxico en la Terminal B del aeropuerto de MTY, los cuales me parecen muy amplios. No había nadie en la fila priority, así que me despacharon rápidamente. Al tener aún tiempo disponible antes del abordaje, pasé por los filtros de seguridad (un proceso también ágil) y directo al Salón Premier para darle una visita y conocerlo.
El Salón me pareció no muy grande, pero siento que tiene las dimensiones adecuadas. Hay muchos lugares para sentarse e incluso me pareció ver que tiene áreas más privadas en caso de tener juntas o reuniones de trabajo. Lo que me pareció un poco impráctico, es que, a pesar de tener muchas sillas, estas no tienen mesas, así que si estarás en el Salón tratando de trabajar, será algo incómodo, porque no hay en donde recargar la computadora.
Similar al Salón Premier del AICM, hay refrigeradores con una amplia variedad de bebidas (cervezas, refrescos, agua, jugos, leche), barra para que te preparen o sirvan tragos con el licor de tu preferencia (tequila, whisky, ron, gin, y un largo etc.), así como selección de botanas (papas, cacahuates y galletas) y bocadillos.
Me tomé una Heineken bien fría y de ahí me pasé a pedirme tres palomas de Maestro Dobel, acompañando con cacahuates y los bocadillos disponibles, en este caso una pequeña chapata de jamón con queso. La verdad es que sentí que salí bien atendido, porque todo esto sucedió en un lapso de menos de una hora…
En general, la experiencia muy similar a la del AICM, el Salón Premier, sin ser tan rimbombante como los de otras aerolíneas que he visto en video, destaca por la amplia variedad de bebidas y la experiencia puede ser cómoda y amena, además de disfrutar de buenos bocadillos y snacks en lo que sale el vuelo.
Llegando la hora de abordar, me dirigí a la sala B10, la cual está saliendo a mano derecha del Salón. Pasé por la fila SkyPriority y ahora sí llegó el momento de “desquitar” a lo que había venido, lo cual era conocer ese B787-9 para compararlo con el -8.
Embarqué por la puerta de hasta enfrente e inmediatamente se nota una gran diferencia: la distribución de los asientos es 1-2-1, lo cual significa que todos tienen acceso al pasillo de forma directa (en el B787-8 es 2-2-2, los de las ventanas no tienen acceso directo al pasillo). El asiento se nota más moderno, con muchos más espacios para guardar cosas, así como la pantalla que se nota tiene mayor nitidez. Del mismo modo, por la orientación de los asientos, se nota “más privacidad”. Lo que sentí en el B787-8 es que, si volteas a tus lados, inmediatamente ves a tus vecinos y ellos a ti. En este B787-9, los asientos se sienten más “encapsulados”, lo cual hace que no tan fácilmente te vean, ni veas a los demás, a menos que te asomes por completo desde tu asiento. Esto es ahora la tendencia de un tiempo para acá en las nuevas cabinas Business que he visto se están usando en las aerolíneas con flota de largo alcance. El asiento también se puede convertir completamente en cama. Esto no lo probé, pero yo creo que ha de ser muy cómodo.
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Como dices, esa no es la manera.