Alfredo Rubio
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Recuerdos de la infancia, VEGA.
Quizás como muchos aeromodelistas, el nombre Vega nos evoca el recuerdo de la infancia; estaba en la secundaria cuando supe mas por casualidad de Aeromodelismo Castro, ubicado en la calle Álvaro Obregón. En aquel entonces tomaba el camión 111 para ir a la secun y de regreso muchas ocasiones no gastaba lo del recreo solo para bajarme del camión, ir a Castro y ver desde fuera los aviones, el dinero me servia para tomar el otro camión a casa.
Después de ahorrar varios meses, por fin me compre mi modelo Vega, paradójicamente un Lockheed Vega, inexperto y sin ayuda, use pegamento blanco para pegar las varillas, mi abuelo me ayudo a hacer el cowlin del bloque de balsa, como nunca había visto esa madera, me comento que era muy “bofa”.
¿Cuantos cientos de historias hay parecida a esta, o diferente? pero todas ellas relacionadas con los modelos Vega.
Posteriormente supe mas de esa marca por el finado Cap. Arturo de la Torre, quien daba cursos de aeromodelismo en el Planetario Severo Díaz Galindo, en Guadalajara. El era de México, por lo que seguido iba al negocio ubicado en Donceles #80. El Capi murió en 1994, desde entonces solo el recuerdo de los cientos de planos que nos dejo, muchos de ellos de esa casa de aeromodelismo.
En el presente, coleccionistas guardan en sus bibliotecas o talleres algunos modelos, y solo unos cuantos amigos pueden verlos, de los pocos que se, Norberto parece que tiene algunos, que fueron propiedad de Carlos Briviesca, QED, quien fue encargado del taller de los Vega por años.
Ahora, un suceso por demás extraordinario, solo por poco tiempo, podemos recordar esa niñez… si, así es… adquiriendo alguno de esos modelos que marcaron un hito en la historia del aeromodelismo en México, y que paradoja, en el mismo año en que se cumplen 100 años de aviación en México, también lo celebramos de esta manera:
Desde el As del Pacifico, hasta los pequeños modelos estáticos que hay que tallar y lijar la madera para conseguir un modelo sólido. La Cub, el Stuka, Corsario, en fin, los clásicos y originales Modelos de Casa Vega, que durmieron por años en bodegas y cajas, nuevamente se distribuirán, pero son modelos únicos y limitados, aprovechen.
Mayores informes al e-mail [email protected]
Saludos cordiales,
Alfredo Rubio
Quizás como muchos aeromodelistas, el nombre Vega nos evoca el recuerdo de la infancia; estaba en la secundaria cuando supe mas por casualidad de Aeromodelismo Castro, ubicado en la calle Álvaro Obregón. En aquel entonces tomaba el camión 111 para ir a la secun y de regreso muchas ocasiones no gastaba lo del recreo solo para bajarme del camión, ir a Castro y ver desde fuera los aviones, el dinero me servia para tomar el otro camión a casa.
Después de ahorrar varios meses, por fin me compre mi modelo Vega, paradójicamente un Lockheed Vega, inexperto y sin ayuda, use pegamento blanco para pegar las varillas, mi abuelo me ayudo a hacer el cowlin del bloque de balsa, como nunca había visto esa madera, me comento que era muy “bofa”.
¿Cuantos cientos de historias hay parecida a esta, o diferente? pero todas ellas relacionadas con los modelos Vega.
Posteriormente supe mas de esa marca por el finado Cap. Arturo de la Torre, quien daba cursos de aeromodelismo en el Planetario Severo Díaz Galindo, en Guadalajara. El era de México, por lo que seguido iba al negocio ubicado en Donceles #80. El Capi murió en 1994, desde entonces solo el recuerdo de los cientos de planos que nos dejo, muchos de ellos de esa casa de aeromodelismo.
En el presente, coleccionistas guardan en sus bibliotecas o talleres algunos modelos, y solo unos cuantos amigos pueden verlos, de los pocos que se, Norberto parece que tiene algunos, que fueron propiedad de Carlos Briviesca, QED, quien fue encargado del taller de los Vega por años.
Ahora, un suceso por demás extraordinario, solo por poco tiempo, podemos recordar esa niñez… si, así es… adquiriendo alguno de esos modelos que marcaron un hito en la historia del aeromodelismo en México, y que paradoja, en el mismo año en que se cumplen 100 años de aviación en México, también lo celebramos de esta manera:
Desde el As del Pacifico, hasta los pequeños modelos estáticos que hay que tallar y lijar la madera para conseguir un modelo sólido. La Cub, el Stuka, Corsario, en fin, los clásicos y originales Modelos de Casa Vega, que durmieron por años en bodegas y cajas, nuevamente se distribuirán, pero son modelos únicos y limitados, aprovechen.
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Alfredo Rubio