Hector Davila
New Member
Hola, para no seguir con las 6 pags anteriores empiezo nuevo tema, ya con la "cruda" de lo que paso hace dos días y la cabeza mas fría supongo que todos tenemos mas tranquilidad.
Yo por mi parte me he dedicado (como casi todos los días) a leer principalmente REFORMA y LA JORNADA para tener un panorama de "extremos" por así decirle, y de donde les paso estas notas...
Que opinan???
del periodico LA JORNADA (esta largo pero da una clara visión de los perredistas en la elección)
Magdalena Gómez
¿Empatados o patadas de ahogado?
No debería sorprendernos la situación al filo del prefigurado "empate técnico", pues se empezó a manejar los días previos a la jornada electoral, después del cuñadogate, cuando se vieron en la imposibilidad de seguir planteando que Felipe Calderón iba arriba en las encuestas. Este escenario obnubila de momento el festejo por la participación ciudadana masiva adonde acudimos más de 40 millones de mexicanos y mexicanas y quienes fungieron con cargos en las casillas lo hicieron con gran responsabilidad.
Quienes deseábamos que transcurriera el 2 de julio para realizar nuestra tarea ciudadana, la que fuera, incluida la opción de los que se abstuvieron, no contábamos con las variantes que la clase política y sus aliados en los medios televisivos introducirían en el último momento, porque, lamentablemente, resulta precaria la explicación del presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) de que no dio resultados porque la diferencia de votos es mínima entre López Obrador y Felipe Calderón. No fue técnica la decisión: fue política y de consecuencias imprevisibles. Si algo parece claro es que la diferencia seguirá siendo mínima hasta el último día del conteo.
Mal sabor deja la sincronía entre el mensaje de Ugalde y segundos después el del Presidente de la República con pleno conocimiento de lo que el IFE informó; también las evidencias de que la noche del 2 de julio el festejo del supuesto triunfo de Calderón se basó nuevamente en encuestas, mientras López Obrador, en claro contraste, refirió una diferencia a su favor de 500 mil votos, lo que nos dice de la estructura que tejió abajo para contar con información casilla por casilla. Entre tanto, el PRI se colocó como "el fiel de la balanza", dispuesto, como siempre, a colocarse al lado del PAN para validarle "el triunfo" y aparecer desde su aplastante derrota como el que otorga "legitimidad" .
Es paradójico que a la luz de los resultados electorales se perfila el bipartidismo, pero no es el del PRI y el PAN, como pretendían, sino que en los hechos se funden en el PRIAN, y del otro lado queda el PRD, cuya cabeza electoral logró el voto parejo y jaló a diputados como segunda fuerza. También habría que analizar que en el Distrito Federal López Obrador sacó cerca de 300 mil votos más que Ebrard, mientras que entidades gobernadas por el PRD, como Michoacán y Zacatecas, mostraron pobres resultados que no evidencian la hegemonía del partido que gobierna. En el PRIAN hicieron su tarea y los partidos gobernados por el Todos Unidos contra Madrazo (Tucom) dieron el triunfo al PAN; igual lo hizo la maestra Gordillo, perdón el Partido Nueva Alianza (Panal), que dio el voto a Acción Nacional para la Presidencia y a ellos para diputados a fin de garantizar su registro.
Estos y muchos otros indicadores habrán de analizarse, pues el futuro inmediato se perfila entre la pelea por los resultados en el tribunal federal electoral con la anulación posible de las elecciones y una amplia movilización para defender el triunfo de López Obrador, quien salió avante pese a los bombardeos de todo tipo, de fuegos amigos y enemigos. Lo notable es que tenga un porcentaje, aun cuando mínimo, a su favor, y que no lo hayan descarrilado como tenían preparado desde los tiempos del desafuero. Fue una pelea desigual e inequitativa, donde el Estado y los medios de comunicación jugaron con el candidato del PAN.
Quienes pretenden jugarle al imparcial analítico de inmediato sugieren reformas electorales para prever estas situaciones, cuando lo cierto es que las normas vigentes son las que deben aplicarse. La operación montada por la nomenclatura del poder, cuyos escenarios se repetían una y otra vez en Televisa 2006, se puede observar desde la forma en que fueron administrando los resultados del Programa de Resultados Preliminates (PREP). Por supuesto, no había razón para que el IFE omitiera un resultado porque no era arrasador a favor de alguno de los que fueron candidatos a la Presidencia de la República. Había un ganador, ellos sabían quién y lo ocultaron.
La siguiente fase de la operación está en curso y los medios ya acosan a López Obrador en torno a la defensa del voto que le favoreció. Aún no termina el conteo, no se concluye respecto al respeto al voto y ya lo quieren llevar a declarar en torno a los medios de defensa que utilizaría. Recordemos que dos días antes de las elecciones colocaron una carta apócrifa en la página de Internet del perredista, que llamaba a las movilizaciones. Nuevamente nos encontramos ante la tesis inducida en los medios de que éstas son de por sí ilegítimas como medios para defender derechos, postura que, por cierto, avaló recientemente la Suprema Corte de Justicia.
Por lo pronto, y al margen de que se hagan las impugnaciones jurídicas que correspondan, existe el derecho de la ciudadanía para expresarse por vías pacíficas en las calles si lo considera necesario. Más aún cuando fue claro que López Obrador logró remontar el histórico porcentaje de votación perredista construyendo redes abajo, por lo que es muy factible que asistamos al renacimiento del ya histórico "no nos vamos a dejar".
NOTA MIA; ya empiezan a "justificar" los desmadritos que harán cuando vean que el IFE no les da la razón.
ahora del REFORMA, 2 editoriales y un carton del genial Paco Calderon.
YA SE VEÍA VENIR: si la realidad no es como la quiere Andrés Manuel López Obrador... ¡peor para la realidad!
AHORA RESULTA que el IFE está en un error porque el PREP se niega tercamente -casilla por casilla- a ratificar los 10 puntos de ventaja que tiene el Rayito de Esperanza de acuerdo con esa encuesta súper profesional que sólo él y nadie más que él conoce.
PERO QUIZÁ sus angustias se aliviarían si tomara algunas clases de matemáticas pa' entenderle a esto de la suma de votos.
SEGÚN López Obrador, no le parece lógico estar en el segundo lugar habiendo "ganado" en tres de cinco circunscripciones electorales, en 155 de 300 Distritos, en 16 de 32 estados.
ASÍ PLANTEADO suena grave y hasta huele a compló, nomás que al tabasqueño se le olvida un pequeño detallito: en México los votos se cuentan uno por uno y no en paquete.
ES DECIR, aquí no es como en Estados Unidos donde el candidato que gana en un estado se lleva todos los votos de esa entidad, que es lo que pretende reclamar López Obrador.
ASÍ QUE, para evitarse un entripado innecesario, será mejor que saque el ábaco y se ponga a contar como debe ser y no como cree que le conviene.
DETRÁS de la decisión de Roberto Madrazo de reconocer su derrota, estuvieron los gobernadores priistas.
TRAS LA ARRASTRADA que le pusieron a su candidato en la elección presidencial -y de paso al PRI- los mandatarios decidieron no esperar y pusieron manos a la obra inmediatamente.
POR ESO mientras Madrazo se pasó todo el día encerrado en su casa sin salir ni siquiera a la esquina, los gobernadores priistas se reunieron en el Sheraton para abordar un asunto crucial: la urgencia de validar la elección.
DESPUÉS, los mandatarios se reunieron con Mariano Palacios Alcocer para presionar sobre el tema, lo que finalmente sucedió anoche.
AL ACEPTAR que fue derrotado en buena lid, el tabasqueño pone en un aprieto a López Obrador pues lo deja prácticamente solo en su pretendida impugnación.
Y MIENTRAS los priistas se recuperan de la cruda realidad electoral, algunos analistas ya identificaron cinco rubros que se combinaron para recetarle al PRI su domingo negro.
1. "EL EFECTO CALDERÓN": No cabe duda que los electores principalmente del norte del país se movilizaron para votar por el candidato del PAN, unos por simpatía y otros para evitar el triunfo de AMLO.
2. "EL COLAPSO DE MADRAZO": Los números explican el efecto negativo que tuvo el candidato del PRI, pues cayó muy por abajo de los votos que obtuvo Francisco Labastida en el 2000.
3. "LA CRISIS DE LA MARCA TRICOLOR": En el 2000, los partidos pequeños no le hicieron mella al PRI, pero ahora hasta el Panal le pegó.
4. "EL MITO DE LA MOVILIZACIÓN": La otrora carta fuerte del PRI nomás no apareció para los tricolores.
5. "EL VOTO DE CASTIGO": Aunque digan que no, hubo un voto anti-PRI motivado por los gobiernos tricolores -estatales y municipales- a los que se les reprocha corrupción, dispendio y el abandono de las prioridades de la gente.
NOTA MIA; don peje SIGUE MANIPULANDO a la poblacion con verdades a medias o medias mentiras, me recuerda una anecdota cercana donde la recien casada llegó indignada a casa de sus papás acusando a su marido de haberla golpeado (con ojo morado y toda la cosa) los familiares de inmediato fueron furiosos a reclamarle al desgraciado a lo que este simplemente se limito a cuestionar... "¿les comento su hija que la he golpeado porque cuando llegue esta tarde a mi casa la encontre hechandose un palo con su mejor amigo y que también a él lo he golpeado? Ejemplo un poco absurdo como absurdo es descalificar al IFE en la presidencial pero no en la elección del D.F. donde el PREP no miente y donde en la delegación Cuajimalpa despues de ir perdiendo (el pRD) se repuso abrumadoramente (no sería sospechoso?)
otro editorial de CATON en REFORMA
Nada para nadie
Las crisis de la vida hacen que los hombres se muestren tal cuales son. El domingo 2 de julio Andrés Manuel López Obrador tuvo una crisis de vida, y se mostró como es. Pensaron él y sus partidarios que tenían el triunfo asegurado. Citaron en el Zócalo a su gente e hicieron imprimir grandes cartelones que decían: "Fiesta de la victoria". Pero se aguó la fiesta por algo más que por la lluvia: a la hora en que iban a celebrar haber ganado, AMLO y sus asesores ya sabían que los números del IFE favorecían a Felipe Calderón. Fue entonces cuando apareció López Obrador enseñando sus peores cualidades. Tanto en sus palabras ante la televisión como en el discurso que pronunció en el Zócalo se mostró violento, agresivo. "Exijo al Instituto Federal Electoral...", dijo con prepotencia. Habló de "mis resultados" -no de "los resultados"-, y anunció que defenderá una inventada ventaja de medio millón de votos que nadie supo de dónde la sacó. Al decir todo eso se veía nervioso, desencajado. Ya se sabe que el que grita y amenaza es porque no tiene la razón. Tal parece que López Obrador piensa que el Instituto Federal Electoral es una dependencia del gobierno. Olvida que es un órgano de ciudadanos. Dicho de otra manera: el IFE somos nosotros. Cuando lo enfrenta en el modo arrogante en que lo hizo, a nosotros nos enfrenta. Calderón, en cambio, apareció sereno, firme. Su traza era ya de Presidente. Es cierto: también él se adelantó a los hechos al proclamar su triunfo antes de conocerse los resultados oficiales. Pero no podía dejar de hacerlo después de que AMLO se atribuyó primero la victoria, y además lo hizo sin desafiar a la autoridad electoral ni sembrar dudas sobre ella. Desde luego no hay todavía nada para nadie. Con prudencia y tino actuó el Instituto Federal Electoral cuando abrió un periodo de espera a fin de hacer con cuidado el conteo de los votos antes de dar a conocer el resultado final. La actuación del IFE fue impecable; tanto su presidente como los consejeros merecen felicitación, y con ellos todos los que tomaron parte en la organización de los comicios y en la evaluación de sus resultados. El instituto se fortaleció. Los ciudadanos confiamos en su imparcialidad; sabemos que sus integrantes defenderán los resultados de la votación y harán imperar la ley por encima de la ambición o los caprichos personales. Les toca ahora a los consejeros emitir su dictamen final con estricto apego a la legalidad, sin tener en cuenta las presiones que los anuncios de una eventual violencia podrían ejercer sobre ellos. Su trabajo, en el fondo, es sencillo: se trata de una simple operación aritmética que consiste en sumar los votos emitidos y en determinar quién obtuvo la mayoría de esos votos. Obviamente la cosa no es tan fácil: la elección fue muy cerrada, y puede decidirse por un escaso número de votos. Sólo que cada voto cuenta, y aunque sea por uno solo se debe declarar un ganador. Habrá impugnaciones; se alegarán irregularidades para anular los resultados de tal o cual casilla; pero en la misma forma eso ha de resolverse con estricto apego al orden jurídico, y sin temor a nadie, porque no debe conseguirse en las calles lo que no pudo lograrse en las urnas. A una campaña áspera seguirá un periodo de intensa lucha postelectoral que bien podría prolongarse. Eso sería motivo de inquietud si no es porque los mexicanos demostramos, con una jornada electoral ordenada y tranquila, que queremos seguir viviendo en paz, y que por eso rechazamos cualquier forma de violencia. Quien la promueva le hará gran daño a México, y a más de eso volverá a perder... FIN.
que cada quien saque sus conclusiones...
Saludos.
Yo por mi parte me he dedicado (como casi todos los días) a leer principalmente REFORMA y LA JORNADA para tener un panorama de "extremos" por así decirle, y de donde les paso estas notas...
Que opinan???
del periodico LA JORNADA (esta largo pero da una clara visión de los perredistas en la elección)
Magdalena Gómez
¿Empatados o patadas de ahogado?
No debería sorprendernos la situación al filo del prefigurado "empate técnico", pues se empezó a manejar los días previos a la jornada electoral, después del cuñadogate, cuando se vieron en la imposibilidad de seguir planteando que Felipe Calderón iba arriba en las encuestas. Este escenario obnubila de momento el festejo por la participación ciudadana masiva adonde acudimos más de 40 millones de mexicanos y mexicanas y quienes fungieron con cargos en las casillas lo hicieron con gran responsabilidad.
Quienes deseábamos que transcurriera el 2 de julio para realizar nuestra tarea ciudadana, la que fuera, incluida la opción de los que se abstuvieron, no contábamos con las variantes que la clase política y sus aliados en los medios televisivos introducirían en el último momento, porque, lamentablemente, resulta precaria la explicación del presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) de que no dio resultados porque la diferencia de votos es mínima entre López Obrador y Felipe Calderón. No fue técnica la decisión: fue política y de consecuencias imprevisibles. Si algo parece claro es que la diferencia seguirá siendo mínima hasta el último día del conteo.
Mal sabor deja la sincronía entre el mensaje de Ugalde y segundos después el del Presidente de la República con pleno conocimiento de lo que el IFE informó; también las evidencias de que la noche del 2 de julio el festejo del supuesto triunfo de Calderón se basó nuevamente en encuestas, mientras López Obrador, en claro contraste, refirió una diferencia a su favor de 500 mil votos, lo que nos dice de la estructura que tejió abajo para contar con información casilla por casilla. Entre tanto, el PRI se colocó como "el fiel de la balanza", dispuesto, como siempre, a colocarse al lado del PAN para validarle "el triunfo" y aparecer desde su aplastante derrota como el que otorga "legitimidad" .
Es paradójico que a la luz de los resultados electorales se perfila el bipartidismo, pero no es el del PRI y el PAN, como pretendían, sino que en los hechos se funden en el PRIAN, y del otro lado queda el PRD, cuya cabeza electoral logró el voto parejo y jaló a diputados como segunda fuerza. También habría que analizar que en el Distrito Federal López Obrador sacó cerca de 300 mil votos más que Ebrard, mientras que entidades gobernadas por el PRD, como Michoacán y Zacatecas, mostraron pobres resultados que no evidencian la hegemonía del partido que gobierna. En el PRIAN hicieron su tarea y los partidos gobernados por el Todos Unidos contra Madrazo (Tucom) dieron el triunfo al PAN; igual lo hizo la maestra Gordillo, perdón el Partido Nueva Alianza (Panal), que dio el voto a Acción Nacional para la Presidencia y a ellos para diputados a fin de garantizar su registro.
Estos y muchos otros indicadores habrán de analizarse, pues el futuro inmediato se perfila entre la pelea por los resultados en el tribunal federal electoral con la anulación posible de las elecciones y una amplia movilización para defender el triunfo de López Obrador, quien salió avante pese a los bombardeos de todo tipo, de fuegos amigos y enemigos. Lo notable es que tenga un porcentaje, aun cuando mínimo, a su favor, y que no lo hayan descarrilado como tenían preparado desde los tiempos del desafuero. Fue una pelea desigual e inequitativa, donde el Estado y los medios de comunicación jugaron con el candidato del PAN.
Quienes pretenden jugarle al imparcial analítico de inmediato sugieren reformas electorales para prever estas situaciones, cuando lo cierto es que las normas vigentes son las que deben aplicarse. La operación montada por la nomenclatura del poder, cuyos escenarios se repetían una y otra vez en Televisa 2006, se puede observar desde la forma en que fueron administrando los resultados del Programa de Resultados Preliminates (PREP). Por supuesto, no había razón para que el IFE omitiera un resultado porque no era arrasador a favor de alguno de los que fueron candidatos a la Presidencia de la República. Había un ganador, ellos sabían quién y lo ocultaron.
La siguiente fase de la operación está en curso y los medios ya acosan a López Obrador en torno a la defensa del voto que le favoreció. Aún no termina el conteo, no se concluye respecto al respeto al voto y ya lo quieren llevar a declarar en torno a los medios de defensa que utilizaría. Recordemos que dos días antes de las elecciones colocaron una carta apócrifa en la página de Internet del perredista, que llamaba a las movilizaciones. Nuevamente nos encontramos ante la tesis inducida en los medios de que éstas son de por sí ilegítimas como medios para defender derechos, postura que, por cierto, avaló recientemente la Suprema Corte de Justicia.
Por lo pronto, y al margen de que se hagan las impugnaciones jurídicas que correspondan, existe el derecho de la ciudadanía para expresarse por vías pacíficas en las calles si lo considera necesario. Más aún cuando fue claro que López Obrador logró remontar el histórico porcentaje de votación perredista construyendo redes abajo, por lo que es muy factible que asistamos al renacimiento del ya histórico "no nos vamos a dejar".
NOTA MIA; ya empiezan a "justificar" los desmadritos que harán cuando vean que el IFE no les da la razón.
ahora del REFORMA, 2 editoriales y un carton del genial Paco Calderon.
YA SE VEÍA VENIR: si la realidad no es como la quiere Andrés Manuel López Obrador... ¡peor para la realidad!
AHORA RESULTA que el IFE está en un error porque el PREP se niega tercamente -casilla por casilla- a ratificar los 10 puntos de ventaja que tiene el Rayito de Esperanza de acuerdo con esa encuesta súper profesional que sólo él y nadie más que él conoce.
PERO QUIZÁ sus angustias se aliviarían si tomara algunas clases de matemáticas pa' entenderle a esto de la suma de votos.
SEGÚN López Obrador, no le parece lógico estar en el segundo lugar habiendo "ganado" en tres de cinco circunscripciones electorales, en 155 de 300 Distritos, en 16 de 32 estados.
ASÍ PLANTEADO suena grave y hasta huele a compló, nomás que al tabasqueño se le olvida un pequeño detallito: en México los votos se cuentan uno por uno y no en paquete.
ES DECIR, aquí no es como en Estados Unidos donde el candidato que gana en un estado se lleva todos los votos de esa entidad, que es lo que pretende reclamar López Obrador.
ASÍ QUE, para evitarse un entripado innecesario, será mejor que saque el ábaco y se ponga a contar como debe ser y no como cree que le conviene.
DETRÁS de la decisión de Roberto Madrazo de reconocer su derrota, estuvieron los gobernadores priistas.
TRAS LA ARRASTRADA que le pusieron a su candidato en la elección presidencial -y de paso al PRI- los mandatarios decidieron no esperar y pusieron manos a la obra inmediatamente.
POR ESO mientras Madrazo se pasó todo el día encerrado en su casa sin salir ni siquiera a la esquina, los gobernadores priistas se reunieron en el Sheraton para abordar un asunto crucial: la urgencia de validar la elección.
DESPUÉS, los mandatarios se reunieron con Mariano Palacios Alcocer para presionar sobre el tema, lo que finalmente sucedió anoche.
AL ACEPTAR que fue derrotado en buena lid, el tabasqueño pone en un aprieto a López Obrador pues lo deja prácticamente solo en su pretendida impugnación.
Y MIENTRAS los priistas se recuperan de la cruda realidad electoral, algunos analistas ya identificaron cinco rubros que se combinaron para recetarle al PRI su domingo negro.
1. "EL EFECTO CALDERÓN": No cabe duda que los electores principalmente del norte del país se movilizaron para votar por el candidato del PAN, unos por simpatía y otros para evitar el triunfo de AMLO.
2. "EL COLAPSO DE MADRAZO": Los números explican el efecto negativo que tuvo el candidato del PRI, pues cayó muy por abajo de los votos que obtuvo Francisco Labastida en el 2000.
3. "LA CRISIS DE LA MARCA TRICOLOR": En el 2000, los partidos pequeños no le hicieron mella al PRI, pero ahora hasta el Panal le pegó.
4. "EL MITO DE LA MOVILIZACIÓN": La otrora carta fuerte del PRI nomás no apareció para los tricolores.
5. "EL VOTO DE CASTIGO": Aunque digan que no, hubo un voto anti-PRI motivado por los gobiernos tricolores -estatales y municipales- a los que se les reprocha corrupción, dispendio y el abandono de las prioridades de la gente.
NOTA MIA; don peje SIGUE MANIPULANDO a la poblacion con verdades a medias o medias mentiras, me recuerda una anecdota cercana donde la recien casada llegó indignada a casa de sus papás acusando a su marido de haberla golpeado (con ojo morado y toda la cosa) los familiares de inmediato fueron furiosos a reclamarle al desgraciado a lo que este simplemente se limito a cuestionar... "¿les comento su hija que la he golpeado porque cuando llegue esta tarde a mi casa la encontre hechandose un palo con su mejor amigo y que también a él lo he golpeado? Ejemplo un poco absurdo como absurdo es descalificar al IFE en la presidencial pero no en la elección del D.F. donde el PREP no miente y donde en la delegación Cuajimalpa despues de ir perdiendo (el pRD) se repuso abrumadoramente (no sería sospechoso?)
otro editorial de CATON en REFORMA
Nada para nadie
Las crisis de la vida hacen que los hombres se muestren tal cuales son. El domingo 2 de julio Andrés Manuel López Obrador tuvo una crisis de vida, y se mostró como es. Pensaron él y sus partidarios que tenían el triunfo asegurado. Citaron en el Zócalo a su gente e hicieron imprimir grandes cartelones que decían: "Fiesta de la victoria". Pero se aguó la fiesta por algo más que por la lluvia: a la hora en que iban a celebrar haber ganado, AMLO y sus asesores ya sabían que los números del IFE favorecían a Felipe Calderón. Fue entonces cuando apareció López Obrador enseñando sus peores cualidades. Tanto en sus palabras ante la televisión como en el discurso que pronunció en el Zócalo se mostró violento, agresivo. "Exijo al Instituto Federal Electoral...", dijo con prepotencia. Habló de "mis resultados" -no de "los resultados"-, y anunció que defenderá una inventada ventaja de medio millón de votos que nadie supo de dónde la sacó. Al decir todo eso se veía nervioso, desencajado. Ya se sabe que el que grita y amenaza es porque no tiene la razón. Tal parece que López Obrador piensa que el Instituto Federal Electoral es una dependencia del gobierno. Olvida que es un órgano de ciudadanos. Dicho de otra manera: el IFE somos nosotros. Cuando lo enfrenta en el modo arrogante en que lo hizo, a nosotros nos enfrenta. Calderón, en cambio, apareció sereno, firme. Su traza era ya de Presidente. Es cierto: también él se adelantó a los hechos al proclamar su triunfo antes de conocerse los resultados oficiales. Pero no podía dejar de hacerlo después de que AMLO se atribuyó primero la victoria, y además lo hizo sin desafiar a la autoridad electoral ni sembrar dudas sobre ella. Desde luego no hay todavía nada para nadie. Con prudencia y tino actuó el Instituto Federal Electoral cuando abrió un periodo de espera a fin de hacer con cuidado el conteo de los votos antes de dar a conocer el resultado final. La actuación del IFE fue impecable; tanto su presidente como los consejeros merecen felicitación, y con ellos todos los que tomaron parte en la organización de los comicios y en la evaluación de sus resultados. El instituto se fortaleció. Los ciudadanos confiamos en su imparcialidad; sabemos que sus integrantes defenderán los resultados de la votación y harán imperar la ley por encima de la ambición o los caprichos personales. Les toca ahora a los consejeros emitir su dictamen final con estricto apego a la legalidad, sin tener en cuenta las presiones que los anuncios de una eventual violencia podrían ejercer sobre ellos. Su trabajo, en el fondo, es sencillo: se trata de una simple operación aritmética que consiste en sumar los votos emitidos y en determinar quién obtuvo la mayoría de esos votos. Obviamente la cosa no es tan fácil: la elección fue muy cerrada, y puede decidirse por un escaso número de votos. Sólo que cada voto cuenta, y aunque sea por uno solo se debe declarar un ganador. Habrá impugnaciones; se alegarán irregularidades para anular los resultados de tal o cual casilla; pero en la misma forma eso ha de resolverse con estricto apego al orden jurídico, y sin temor a nadie, porque no debe conseguirse en las calles lo que no pudo lograrse en las urnas. A una campaña áspera seguirá un periodo de intensa lucha postelectoral que bien podría prolongarse. Eso sería motivo de inquietud si no es porque los mexicanos demostramos, con una jornada electoral ordenada y tranquila, que queremos seguir viviendo en paz, y que por eso rechazamos cualquier forma de violencia. Quien la promueva le hará gran daño a México, y a más de eso volverá a perder... FIN.
que cada quien saque sus conclusiones...
Saludos.