Hola Foreros.
Hace mucho que no publico. Particularmente en el último año muchas cosas han cambiado mucho, por ejemplo, a mi esposa le diagnosticaron un tumor cerebral agresivo y ha estado pasando por multiples cirugias y tratamientos. Esto la tiene ahorita con algunas secuelas motoras, en particular, perdió la movilidad del lado izquierdo del cuerpo (brazo y pierna) y no puede caminar (va recuperando la movilidad pero muy lentamente). También duerme mucho, batalla mucho para mantenerse despierta, y tiene problemas de memoria a corto plazo, también tiene problemas visuales en una parte del campo visual.
En la casa nos hemos hecho el propósito de tratar de que la vida continúe lo más cercano a la normalidad posible. Esto incluye que hemos hecho varios viajes, la mayoría por tierra (por la pandemia). Pero en junio se presentó la oportunidad de viajar a Los Ángeles dos veces y pues, nos fuimos mi esposa, mi hija de 13 años y un servidor. Esto me dio la oportunidad de conocer como funciona otro aspecto de los viajes aéreos que no conocía: Los servicios para personas con discapacidad.
Así que les dejo estas reseñas (un poco largas, espero no aburrirlos).
MTY - MEX (AM901) 1 de junio de 2021
Compré los boletos en Expedia.com, porque estaban a mejor precio. Los vuelos eran con AM, aunque luego descubrí que el segundo vuelo (MEX-LAX) era en código compartido con Delta. Estábamos en MTY cuando me percaté de que podíamos hacer el viaje. Entonces compré los boletos el sábado anterior, y junto con la reservación me llegó una nota de que podía aprovechar las pruebas obligatorias de COVID a mejor precio en laboratorios con convenio con AM. Así que el domingo llamé a los números que aparecen en la página de AM, y ahí pude hacer las citas para las pruebas de COVID el día lunes (fue un poco complejo porque la persona que me atendió estaba segura de que no había citas en tiempo tan corto, pero ya revisando en el sistema encontró un laboratorio en MTY donde podía acudir sin cita y pues ahí fuimos). El laboratorio estaba solo, éramos los únicos, y me cobraron $369 por cada prueba de antígeno.
Luego me llegó un correo de Delta pidiendo que llenara la "declaración jurada" de que la prueba de COVID era verdadera en su página web, lo cual hice una noche antes de salir al aeropuerto. La página de Delta me confirmó que había terminado la declaración desplegando nuestros nombres y una flechita verde al lado de cada nombre. De suerte, le tomé un screenshot a esa confirmación.
Puesto que salíamos a MTY en el AM901, saliendo a las 6:03, hice el plan de llegar al aeropuerto a las 3:45, ya que mi esposa va en silla de ruedas y sabía que todo sería más lento. Así que llegamos al aeropuerto a esa hora más o menos, me estacioné en la zona de largo plazo en la Terminal B, y pues fuimos a documentar. Por cierto, no me permitió documentar en línea, supongo que porque marqué al momento del check-in que uno de nosotros necesitaba asistencia. Así que llegamos al mostrador a las 4:00, a la fila Sky Priority (tengo el nivel Platino, aunque ya casi no viajo como antes lo tenía antes de que iniciara la pandemia y me lo han dejado). La agente que nos documentó, nos revisó los pasaportes, las visas, las pruebas de COVID y nos pidió que llenáramos la declaración jurada en la página de Delta y le mostrara los códigos QR de la declaración. Le indiqué que ya la había llenado, y que la página de Delta no me dio ningún QR, que solo me puso las flechitas verdes al lado de cada nombre (le mostré el screenshot). Ahí empezó el problema: ella estaba segura que necesitaba un QR y que no podía abordar si no lo tenía. Le mostré los QR del formato AFAC y me dijo que esos no le importaban: Le importaban los QR de la página de Delta. Entré a la página desde mi celular y no aparecía ningún QR. La agente me amenazaba que no me daría los pases de abordar a menos que le mostrara los QR. Así estuvo un rato, y luego dijo: "Pues estoy segura de que no van a poder abordar. Ahorita les doy los pases de abordar pero dejaré una nota en los pases MEX-LAX indicando que a menos que tengan el QR, no podrán volar". Escribió en cada pase a LAX: "Pax sin documentos para abordar" y lo resaltó con marcatextos. Luego, siguió con el equipaje. Vio que llevábamos dos maletas (una grande y otra pequeña, además de dos mochilas, que por muchos años había usado yo mismo como equipaje de mano) y, rápidamente, me informó que debía de pagar $500 pesos por cada maleta. Cuando le dije que tenía la primer maleta gratis por nivel Premier, consultó en el sistema y dice "es cierto, no me había dado cuenta, entonces solo le cobraré una" y ahora la discusión fue sobre la maleta que siempre había usado como equipaje de mano. La cosa es que nos hizo poner todas las mochilas y maletas en el medidor de dimensiones, y resultó que la maleta que por años he usado como equipaje de mano.... ahora no cupo. Quedo fuera por uno o dos centímetros de las rueditas. Para ese entonces, ya eran cerca de las 5:00 AM y ella misma mencionó que la documentaría sin costo, por única ocasión, porque ya era muy tarde para abordar. Luego siguió la documentación de la silla de ruedas: Me informó que la silla de ruedas la debía entregar en la puerta del avión, que usarían una silla de ruedas pasillera de la puerta del avión al asiento, y que al desembarcar en MEX debía esperar la silla de ruedas en la puerta del avión nuevamente. Me dio las etiquetas de equipaje y noté que la silla de ruedas estaba documentada hasta MEX pero las maletas hasta LAX. Asumí, entonces, que saldría la silla de ruedas del avión en MEX.
Llegamos a las 5:20 a la sala de abordaje, y al mismo tiempo llegaron dos personas de apoyo para el abordaje de mi esposa, con la silla de ruedas pasillera. Me pidieron que nos fuéramos a la puerta para ser los primeros en abordar y así lo hicimos. A las 5:35 abordamos mi esposa, la niña y yo, dejamos la silla de ruedas en la puerta del avión y nos apoyaron con el abordaje en la silla pasillera. Hasta ahí todo bien. El vuelo a tiempo, un B738. El vuelo, normal, nada fuera de lo común. Galletas, café y bebidas sin alcohol como es costumbre a mitad del vuelo. Teníamos asientos en la fila 23 pero me pasaron a AM Plus (fila 6), pero como no podía dejar a mi esposa sola, pues a la fila 6 se fue mi hija. Aterrizamos en MEX a tiempo, desembarcaron todos, incluyendo los sobrecargos, quienes simplemente me dijeron que esperáramos un rato a que llegara alguien con la silla pasillera. Seguimos esperando. Llegó el equipo de limpieza y limpiaron el avión. Nosotros aún arriba. Llegó la tripulación del siguiente vuelo y se sorprendieron de vernos a los tres ahí. Les expliqué que estábamos esperando la silla pasillera. Alguien salió y avisó que estábamos esperando la pasillera. Ahí seguimos un buen rato. De repente llegaron dos personas con la silla pasillera, nos ayudaron a desembarcar. La silla de ruedas de mi esposa no estaba en la puerta del avión y por radio pidieron que revisaran la bodega. Dijeron que no había nada, que ya la habían embarcado en el vuelo a LAX y que nos fuéramos a la sala de abordaje del vuelo a LAX (ya eran casi las 8:15 en ese entonces, el siguiente vuelo salía a las 9:00). Entonces, nos acompañó alguien empujando la silla de ruedas de apoyo (del aeropuerto, casi corriendo) y nos llevó hasta la sala, que estaba hasta la puerta 50 y tantos (habíamos llegado a la 67). Hasta el otro lado de la terminal.
En otros posts más abajo dejaré las reseñas de los demás vuelos de estas aventuras.
Hace mucho que no publico. Particularmente en el último año muchas cosas han cambiado mucho, por ejemplo, a mi esposa le diagnosticaron un tumor cerebral agresivo y ha estado pasando por multiples cirugias y tratamientos. Esto la tiene ahorita con algunas secuelas motoras, en particular, perdió la movilidad del lado izquierdo del cuerpo (brazo y pierna) y no puede caminar (va recuperando la movilidad pero muy lentamente). También duerme mucho, batalla mucho para mantenerse despierta, y tiene problemas de memoria a corto plazo, también tiene problemas visuales en una parte del campo visual.
En la casa nos hemos hecho el propósito de tratar de que la vida continúe lo más cercano a la normalidad posible. Esto incluye que hemos hecho varios viajes, la mayoría por tierra (por la pandemia). Pero en junio se presentó la oportunidad de viajar a Los Ángeles dos veces y pues, nos fuimos mi esposa, mi hija de 13 años y un servidor. Esto me dio la oportunidad de conocer como funciona otro aspecto de los viajes aéreos que no conocía: Los servicios para personas con discapacidad.
Así que les dejo estas reseñas (un poco largas, espero no aburrirlos).
MTY - MEX (AM901) 1 de junio de 2021
Compré los boletos en Expedia.com, porque estaban a mejor precio. Los vuelos eran con AM, aunque luego descubrí que el segundo vuelo (MEX-LAX) era en código compartido con Delta. Estábamos en MTY cuando me percaté de que podíamos hacer el viaje. Entonces compré los boletos el sábado anterior, y junto con la reservación me llegó una nota de que podía aprovechar las pruebas obligatorias de COVID a mejor precio en laboratorios con convenio con AM. Así que el domingo llamé a los números que aparecen en la página de AM, y ahí pude hacer las citas para las pruebas de COVID el día lunes (fue un poco complejo porque la persona que me atendió estaba segura de que no había citas en tiempo tan corto, pero ya revisando en el sistema encontró un laboratorio en MTY donde podía acudir sin cita y pues ahí fuimos). El laboratorio estaba solo, éramos los únicos, y me cobraron $369 por cada prueba de antígeno.
Luego me llegó un correo de Delta pidiendo que llenara la "declaración jurada" de que la prueba de COVID era verdadera en su página web, lo cual hice una noche antes de salir al aeropuerto. La página de Delta me confirmó que había terminado la declaración desplegando nuestros nombres y una flechita verde al lado de cada nombre. De suerte, le tomé un screenshot a esa confirmación.
Puesto que salíamos a MTY en el AM901, saliendo a las 6:03, hice el plan de llegar al aeropuerto a las 3:45, ya que mi esposa va en silla de ruedas y sabía que todo sería más lento. Así que llegamos al aeropuerto a esa hora más o menos, me estacioné en la zona de largo plazo en la Terminal B, y pues fuimos a documentar. Por cierto, no me permitió documentar en línea, supongo que porque marqué al momento del check-in que uno de nosotros necesitaba asistencia. Así que llegamos al mostrador a las 4:00, a la fila Sky Priority (tengo el nivel Platino, aunque ya casi no viajo como antes lo tenía antes de que iniciara la pandemia y me lo han dejado). La agente que nos documentó, nos revisó los pasaportes, las visas, las pruebas de COVID y nos pidió que llenáramos la declaración jurada en la página de Delta y le mostrara los códigos QR de la declaración. Le indiqué que ya la había llenado, y que la página de Delta no me dio ningún QR, que solo me puso las flechitas verdes al lado de cada nombre (le mostré el screenshot). Ahí empezó el problema: ella estaba segura que necesitaba un QR y que no podía abordar si no lo tenía. Le mostré los QR del formato AFAC y me dijo que esos no le importaban: Le importaban los QR de la página de Delta. Entré a la página desde mi celular y no aparecía ningún QR. La agente me amenazaba que no me daría los pases de abordar a menos que le mostrara los QR. Así estuvo un rato, y luego dijo: "Pues estoy segura de que no van a poder abordar. Ahorita les doy los pases de abordar pero dejaré una nota en los pases MEX-LAX indicando que a menos que tengan el QR, no podrán volar". Escribió en cada pase a LAX: "Pax sin documentos para abordar" y lo resaltó con marcatextos. Luego, siguió con el equipaje. Vio que llevábamos dos maletas (una grande y otra pequeña, además de dos mochilas, que por muchos años había usado yo mismo como equipaje de mano) y, rápidamente, me informó que debía de pagar $500 pesos por cada maleta. Cuando le dije que tenía la primer maleta gratis por nivel Premier, consultó en el sistema y dice "es cierto, no me había dado cuenta, entonces solo le cobraré una" y ahora la discusión fue sobre la maleta que siempre había usado como equipaje de mano. La cosa es que nos hizo poner todas las mochilas y maletas en el medidor de dimensiones, y resultó que la maleta que por años he usado como equipaje de mano.... ahora no cupo. Quedo fuera por uno o dos centímetros de las rueditas. Para ese entonces, ya eran cerca de las 5:00 AM y ella misma mencionó que la documentaría sin costo, por única ocasión, porque ya era muy tarde para abordar. Luego siguió la documentación de la silla de ruedas: Me informó que la silla de ruedas la debía entregar en la puerta del avión, que usarían una silla de ruedas pasillera de la puerta del avión al asiento, y que al desembarcar en MEX debía esperar la silla de ruedas en la puerta del avión nuevamente. Me dio las etiquetas de equipaje y noté que la silla de ruedas estaba documentada hasta MEX pero las maletas hasta LAX. Asumí, entonces, que saldría la silla de ruedas del avión en MEX.
Llegamos a las 5:20 a la sala de abordaje, y al mismo tiempo llegaron dos personas de apoyo para el abordaje de mi esposa, con la silla de ruedas pasillera. Me pidieron que nos fuéramos a la puerta para ser los primeros en abordar y así lo hicimos. A las 5:35 abordamos mi esposa, la niña y yo, dejamos la silla de ruedas en la puerta del avión y nos apoyaron con el abordaje en la silla pasillera. Hasta ahí todo bien. El vuelo a tiempo, un B738. El vuelo, normal, nada fuera de lo común. Galletas, café y bebidas sin alcohol como es costumbre a mitad del vuelo. Teníamos asientos en la fila 23 pero me pasaron a AM Plus (fila 6), pero como no podía dejar a mi esposa sola, pues a la fila 6 se fue mi hija. Aterrizamos en MEX a tiempo, desembarcaron todos, incluyendo los sobrecargos, quienes simplemente me dijeron que esperáramos un rato a que llegara alguien con la silla pasillera. Seguimos esperando. Llegó el equipo de limpieza y limpiaron el avión. Nosotros aún arriba. Llegó la tripulación del siguiente vuelo y se sorprendieron de vernos a los tres ahí. Les expliqué que estábamos esperando la silla pasillera. Alguien salió y avisó que estábamos esperando la pasillera. Ahí seguimos un buen rato. De repente llegaron dos personas con la silla pasillera, nos ayudaron a desembarcar. La silla de ruedas de mi esposa no estaba en la puerta del avión y por radio pidieron que revisaran la bodega. Dijeron que no había nada, que ya la habían embarcado en el vuelo a LAX y que nos fuéramos a la sala de abordaje del vuelo a LAX (ya eran casi las 8:15 en ese entonces, el siguiente vuelo salía a las 9:00). Entonces, nos acompañó alguien empujando la silla de ruedas de apoyo (del aeropuerto, casi corriendo) y nos llevó hasta la sala, que estaba hasta la puerta 50 y tantos (habíamos llegado a la 67). Hasta el otro lado de la terminal.
En otros posts más abajo dejaré las reseñas de los demás vuelos de estas aventuras.