kik
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(Reportaje)
"Feliz dia de la Mujer"
En la década de los 80, Elizabeth Abadié Vázquez se convirtió en la primera
mujer en manejar un vuelo de Aeroméxico. Actualmente, está al frente de aviones Boeing 757, con capacidad para 200 personas
fuente: eluniversal.com.mx
Elizabeth tiene actualmente 19 mil horas de vuelo acumuladas en su carrera. Casi como la primera vez, experimenta la misma emoción al elevar un avión por los aires. Es la velocidad y el empuje de los motores que terminan en un estallido, el principio de ese sentimiento de libertad que siente al surcar el cielo. Ese momento, en el que no existe nada más, sólo ella como capitana y el avión que está bajo su mando.
Elizabeth Abadié Vázquez no atina a decir desde cuándo surgió en ella la inquietud de ser piloto. Sabe que cuando era niña inició el sueño que pudo materializar al ingresar a la Escuela de Aviación, donde destacó por ser la única mujer.
Fue en 1980 cuando concluyó sus estudios con el grado de Primer Oficial; en el mismo año ingresó a la que es hasta ahora la empresa para la que siempre ha trabajado: Aeroméxico.
A sus 20 años, Elizabeth se convertía en la primera mujer que comandaba un vuelo de Aeroméxico; la experiencia al frente del timón de un avión DC-9, con capacidad para 80 personas, la situaría como la tercera mujer piloto en la historia de la aviación mexicana.
Gracias a su capacidad, destreza y labor dentro de la cabina, obtuvo aceptación y reconocimiento, pues ese esfuerzo hizo que obtuviera el grado de capitana o comandante, la máxima autoridad a bordo de una aeronave.
Elizabeth, como el resto de los pilotos, debe tener un entrenamiento constante que le ayude a enfrentar las dificultades que se puedan presentar durante un vuelo. Por ello, cada ocho meses, sin falta, cumple con su cita en el simulador. Es ahí donde practica contra las posibles contingencias que pudieran surgir durante un vuelo.
Para esta piloto de 53 años, su vida profesional no ha estado peleada con la sentimental. Fue precisamente durante un vuelo que conoció a su esposo y con quien procreó dos hijos.
De forma peculiar, su actividad laboral la llevó a convertirse en la proveedora de recursos económicos en su hogar, mientras que su pareja ha sido “el amo de casa”, como ella misma lo llama, entre risas.
“Él estaba a cargo de los niños, cocinaba, porque yo me iba a trabajar; él ve la casa, la tarea de los pequeños, y es una situación que no nos incomoda”, dice.
La disciplina ha sido una constante en su trabajo. Planea con antelación sus vuelos, revisa previamente las condiciones climáticas.
Después, se coloca en el asiento de la cabina del lado izquierdo, donde siempre debe ir el capitán.
Desde esa posición privilegiada, Elizabeth recuerda amaneceres, puestas de sol, noches de plena oscuridad e iluminadas por la luna llena, auroras boreales y esa sensación que sólo da cruzar el Atlántico. Al final del vuelo llega otra satisfacción, el reconocimiento de los pasajeros y compañeros cuando la felicitan.
Elizabeth, tiene 32 años de trayectoria y actualmente es capitán de aviones Boeing 757, con capacidad al menos para 200 personas.
Ella reconoce que hoy en día, la presencia de la mujer en la profesión es mayor y las oportunidades se dan por igual.
Ahora, la capitana se alista, pues el siguiente vuelo será hacia Buenos Aires, una nueva aventura, donde tripulara un avión diferente, con sobrecargos y compañeros pilotos distintos, y donde otra vez, sentirá en la piel, la emoción de volar.
link: http://www.elgrafico.mx/notas/908762.html
"Feliz dia de la Mujer"
En la década de los 80, Elizabeth Abadié Vázquez se convirtió en la primera
mujer en manejar un vuelo de Aeroméxico. Actualmente, está al frente de aviones Boeing 757, con capacidad para 200 personas
fuente: eluniversal.com.mx
Elizabeth tiene actualmente 19 mil horas de vuelo acumuladas en su carrera. Casi como la primera vez, experimenta la misma emoción al elevar un avión por los aires. Es la velocidad y el empuje de los motores que terminan en un estallido, el principio de ese sentimiento de libertad que siente al surcar el cielo. Ese momento, en el que no existe nada más, sólo ella como capitana y el avión que está bajo su mando.
Elizabeth Abadié Vázquez no atina a decir desde cuándo surgió en ella la inquietud de ser piloto. Sabe que cuando era niña inició el sueño que pudo materializar al ingresar a la Escuela de Aviación, donde destacó por ser la única mujer.
Fue en 1980 cuando concluyó sus estudios con el grado de Primer Oficial; en el mismo año ingresó a la que es hasta ahora la empresa para la que siempre ha trabajado: Aeroméxico.
A sus 20 años, Elizabeth se convertía en la primera mujer que comandaba un vuelo de Aeroméxico; la experiencia al frente del timón de un avión DC-9, con capacidad para 80 personas, la situaría como la tercera mujer piloto en la historia de la aviación mexicana.
Gracias a su capacidad, destreza y labor dentro de la cabina, obtuvo aceptación y reconocimiento, pues ese esfuerzo hizo que obtuviera el grado de capitana o comandante, la máxima autoridad a bordo de una aeronave.
Elizabeth, como el resto de los pilotos, debe tener un entrenamiento constante que le ayude a enfrentar las dificultades que se puedan presentar durante un vuelo. Por ello, cada ocho meses, sin falta, cumple con su cita en el simulador. Es ahí donde practica contra las posibles contingencias que pudieran surgir durante un vuelo.
Para esta piloto de 53 años, su vida profesional no ha estado peleada con la sentimental. Fue precisamente durante un vuelo que conoció a su esposo y con quien procreó dos hijos.
De forma peculiar, su actividad laboral la llevó a convertirse en la proveedora de recursos económicos en su hogar, mientras que su pareja ha sido “el amo de casa”, como ella misma lo llama, entre risas.
“Él estaba a cargo de los niños, cocinaba, porque yo me iba a trabajar; él ve la casa, la tarea de los pequeños, y es una situación que no nos incomoda”, dice.
La disciplina ha sido una constante en su trabajo. Planea con antelación sus vuelos, revisa previamente las condiciones climáticas.
Después, se coloca en el asiento de la cabina del lado izquierdo, donde siempre debe ir el capitán.
Desde esa posición privilegiada, Elizabeth recuerda amaneceres, puestas de sol, noches de plena oscuridad e iluminadas por la luna llena, auroras boreales y esa sensación que sólo da cruzar el Atlántico. Al final del vuelo llega otra satisfacción, el reconocimiento de los pasajeros y compañeros cuando la felicitan.
Elizabeth, tiene 32 años de trayectoria y actualmente es capitán de aviones Boeing 757, con capacidad al menos para 200 personas.
Ella reconoce que hoy en día, la presencia de la mujer en la profesión es mayor y las oportunidades se dan por igual.
Ahora, la capitana se alista, pues el siguiente vuelo será hacia Buenos Aires, una nueva aventura, donde tripulara un avión diferente, con sobrecargos y compañeros pilotos distintos, y donde otra vez, sentirá en la piel, la emoción de volar.
link: http://www.elgrafico.mx/notas/908762.html