Jwong
Well-Known Member
Tomar un vuelo a las 4:10am no suena nada divertido....
Llegué temprano al aeropuerto pues varios de los restaurantes cierran temprano (hay que hacer su tarea y verificar estos pequeños detalles) y en especial el que procuro visitar cuando salgo de Bogotá, El Corral.
Ahí me pasé interneteando un buen rato hasta que abrieron mostradores de LAN. Fuí de los primeros pasajeros en documentar, al llevar el pase de abordar impreso la cosa es muy rápida. Vuelo LAN 2585
Hace muchos viajes se me había ocurrido esta idea para cuando no te llega la maleta a tu destino: hay que tomar foto de tu equipaje en el momento de documentarlo, así no tienes que andar describiendolo a la persona que te atiende en tu destino.
El Aeropuerto El Dorado quedó muy bonito, parece un centro comercial con vitrinas y todo
Obvio, no hay muchos vuelos a las 4 de la madrugada, así que para no correr el riesgo de quedarme dormido me tomé un café (afortunadamente Juan Valdez está dentro del área estéril y abre las 24h. Y luego me puse a caminar por todo el edificio para conocer y para no dormirme en alguna de las incomodas butacas a riesgo de que alguien te esculque, o que pierdas el vuelo.
El aeropuerto solito es muy estético.
En sala de espera vi al temor de todo pasajero de avión: una familia con bebé llorando....
.... Yo iba en la antepenúltima fila, como siempre, dieron el anuncio de abordar y primero los clientes de alcurnia, luego los que tenían niños pequeños o alguna necesidad especial, y luego los de filas de atrás, lo malo es que la gente se amontonó y se metieron de todas las filas. Preferí no pelear y ser de los últimos en abordar el avión. La familia con el bebé llorando estaba en la última fila (a dos de mi asiento) sentí estremecimientos..... al tratar de meter mi mochila veo que no hay lugar en el compartimiento de arriba y los asientos están demasiado pequeños para meterla debajo, la super-amable (tomen nota) sobrecargo me ofrece llevársela a otro lugar donde sí has espacio (en lugar de mandarme a buscarlo), mi mochila pesa 11 kg, y ella con todo gusto se la lleva y me indica que la dejó arriba de la fila 16 izquierda.
Ya sentado y con el avión a 95% de capacidad, sigo escuchando al bebé y ahora otro niño pequeño hace berrinche porque no quiere ponerse el cinturón, justo detrás de mi asiento (escalofríos) la familia lucha para convencerlo y sorpresivamente aparece otra amable y sonriente sobrecargo que le hace la plática jugando y después de 1 minuto logra que el niño acepte de buena gana el cinturón. De alguna manera el bebé también deja de llorar gracias a la otra sobrecargo que creo hasta lo cargó y le trajo juguetitos.
Durante todo el proceso de abordaje y durante el vuelo, la tripulación fue muuuuy amable y se preocupaba y ocupaba de las necesidades de los pasajeros de muy buena gana, respondiendo con una sonrisa a las mismas preguntas que hacen todos los pasajeros con poca experiencia en vuelo o en ese destino.
En algún momento del vuelo repartieron un panqué dulce de buen tamaño (muffin) pero como me dormí casi de inmediato (porque no había bebés llorando) en cuanto despegamos, no supe ni cómo ni cuando.
Me desperté después de la salida del Sol, ya casi para llegar a Lima y tomé unas cuantas fotos antes de que se nublara todo.
Y cuando digo se nublara
me refiero a que después ya no se veía nada de nada
pero a los pocos minutos empezó a verse la costa
Interesante almacenamiento de minerales
Llegué temprano al aeropuerto pues varios de los restaurantes cierran temprano (hay que hacer su tarea y verificar estos pequeños detalles) y en especial el que procuro visitar cuando salgo de Bogotá, El Corral.
Ahí me pasé interneteando un buen rato hasta que abrieron mostradores de LAN. Fuí de los primeros pasajeros en documentar, al llevar el pase de abordar impreso la cosa es muy rápida. Vuelo LAN 2585
Hace muchos viajes se me había ocurrido esta idea para cuando no te llega la maleta a tu destino: hay que tomar foto de tu equipaje en el momento de documentarlo, así no tienes que andar describiendolo a la persona que te atiende en tu destino.
El Aeropuerto El Dorado quedó muy bonito, parece un centro comercial con vitrinas y todo
Obvio, no hay muchos vuelos a las 4 de la madrugada, así que para no correr el riesgo de quedarme dormido me tomé un café (afortunadamente Juan Valdez está dentro del área estéril y abre las 24h. Y luego me puse a caminar por todo el edificio para conocer y para no dormirme en alguna de las incomodas butacas a riesgo de que alguien te esculque, o que pierdas el vuelo.
El aeropuerto solito es muy estético.
En sala de espera vi al temor de todo pasajero de avión: una familia con bebé llorando....
.... Yo iba en la antepenúltima fila, como siempre, dieron el anuncio de abordar y primero los clientes de alcurnia, luego los que tenían niños pequeños o alguna necesidad especial, y luego los de filas de atrás, lo malo es que la gente se amontonó y se metieron de todas las filas. Preferí no pelear y ser de los últimos en abordar el avión. La familia con el bebé llorando estaba en la última fila (a dos de mi asiento) sentí estremecimientos..... al tratar de meter mi mochila veo que no hay lugar en el compartimiento de arriba y los asientos están demasiado pequeños para meterla debajo, la super-amable (tomen nota) sobrecargo me ofrece llevársela a otro lugar donde sí has espacio (en lugar de mandarme a buscarlo), mi mochila pesa 11 kg, y ella con todo gusto se la lleva y me indica que la dejó arriba de la fila 16 izquierda.
Ya sentado y con el avión a 95% de capacidad, sigo escuchando al bebé y ahora otro niño pequeño hace berrinche porque no quiere ponerse el cinturón, justo detrás de mi asiento (escalofríos) la familia lucha para convencerlo y sorpresivamente aparece otra amable y sonriente sobrecargo que le hace la plática jugando y después de 1 minuto logra que el niño acepte de buena gana el cinturón. De alguna manera el bebé también deja de llorar gracias a la otra sobrecargo que creo hasta lo cargó y le trajo juguetitos.
Durante todo el proceso de abordaje y durante el vuelo, la tripulación fue muuuuy amable y se preocupaba y ocupaba de las necesidades de los pasajeros de muy buena gana, respondiendo con una sonrisa a las mismas preguntas que hacen todos los pasajeros con poca experiencia en vuelo o en ese destino.
En algún momento del vuelo repartieron un panqué dulce de buen tamaño (muffin) pero como me dormí casi de inmediato (porque no había bebés llorando) en cuanto despegamos, no supe ni cómo ni cuando.
Me desperté después de la salida del Sol, ya casi para llegar a Lima y tomé unas cuantas fotos antes de que se nublara todo.
Y cuando digo se nublara
me refiero a que después ya no se veía nada de nada
pero a los pocos minutos empezó a verse la costa
Interesante almacenamiento de minerales
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