Mantiene Sedena compra de avión
Fuente: elnorte.com
Cd. de México (18 enero 2013).- El proyecto para la compra del avión Boeing 787 Dreamliner, para uso presidencial, sigue en pie debido a que el contrato ya está firmado desde noviembre pasado, afirmaron fuentes oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que hablaron a condición de mantener el anonimato.
Por ahora, la Sedena no cuenta con el avión, ya que está en construcción y se prevé su entrega en 2015.
Las fuentes indicaron que serán las organizaciones internacionales de aviación las que certifiquen la aeronave.
"Ni la Sedena ni Presidencia revisa los aviones, eso no nos corresponde, son las organizaciones internacionales las que deciden si un avión vuela o no, las correcciones que se hagan a los aviones que están siendo revisados ahora, seguro serán aplicadas al que se contempla en el proyecto", consideró ayer un mando castrense.
Para una fuente de la Fuerza Aérea existe tiempo suficiente para que la empresa Boeing revise todos y cada uno de los sistemas del avión 787 que será adquirido por México para uso del Presidente.
"Si es que hay necesidad de hacer ajustes, se van a realizar, ese avión aún está en proceso de construcción", indicó.
Por su parte, la Sedena emitió el miércoles un comunicado en el que insiste su intención de compra de un Boeing 787 Dreamliner.
Desde finales de diciembre, el Boeing 787 comenzó a generar dudas de confiabilidad para algunas aerolíneas internacionales.
El miércoles, en Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ordenó mantener en tierra, temporalmente, las aeronaves de este modelo registradas en ese país mientras se realiza una investigación de las baterías, que podrían estar ligadas con incendios recientes.
Boeing se comprometió a colaborar con la FAA y afirmó que el 787 es seguro.
El proyecto de compra para un Boeing 787 fue oficializado por la Sedena a finales del 2012 por un monto total de 6 mil 308 millones de pesos, cantidad que incluye también los gastos en operación y mantenimiento, amén de los intereses generados por el arrendamiento al término del cual, la aeronave pasará a propiedad de la dependencia.
Desde mediados de 2012, la Sedena comenzó a "amarrar" la compra del Boeing 787 con una estimación de 9 mil 840 millones de pesos, cifra muy superior al costo de cualquier aeronave comercial nueva.
Hoy, la Presidencia de la República utiliza el TP-01, un Boeing 757, de 1987, con capacidad para 66 pasajeros, y el TP-02, un Boeing 737, de 1989, con capacidad para 68 pasajeros, los cuales tienen que hacer escala en vuelos trasatlánticos.
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