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Fuente: milenio.com
Airbus, Rolls-Royce y Siemens anunciaron sus planes para colaborar en un avión híbrido de pruebas que volará en 2020.
Las compañías se asociaron para construir un demostrador de energía con un motor eléctrico que ayudará durante el despegue a subir a la altitud de crucero. Su objetivo es tener un avión regional híbrido para pasajeros comercialmente viable que esté en el aire en 2030.
Un número creciente de empresas explora el potencial de la alimentación híbrida en la aviación. El mes pasado Boeing adquirió Aurora Flight Sciences, una compañía estadunidense de vanguardia de investigación aeronáutica. También tomó una participación en la startup aeroespacial con sede en Washington, Zunum, ya que intensifica su búsqueda de vuelos autónomos y con alimentación eléctrica. La intención con Zunum es tener en 2022 aviones de 10 a 12 plazas con alimentación totalmente eléctrica y eventualmente aumentar el tamaño a entre 50 y 100 plazas hacia 2030.
Roland Berger, consultora de administración, estima que a escala global se lanzaron 70 programas de propulsión eléctrica para aviones, de los cuales la mitad es de startups.
La alianza anunciada ayer se centrará en el desarrollo de un avión capaz de transportar entre 50 y 100 pasajeros. Las pruebas se realizarán en una nave regional BAe146, y una de las cuatro turbinas se va a reemplazar por un motor eléctrico de dos megavatios.
“Ese es el primer paso concreto para demostrar lo que es posible”, dijo Mark Cousin, director del grupo de demostradores de Airbus. Estima que el ahorro de combustible por la propulsión híbrida llegará a ser “de dos dígitos”.
Si bien los coches híbridos eléctricos son cada vez más comunes, la adopción de la tecnología en la aviación se retrasó por el peso y la densidad de energía de las baterías.
Frank Anton, vicepresidente de eAircraft de Siemens, dijo que ese obstáculo se resolverá en un tiempo relativamente corto, ya que la tecnología de las baterías se desarrolla de manera exponencial en respuesta a la demanda del sector automotor.
“Debemos tener 10 veces más energía con el mismo peso”, dijo. “Es nuestra tarea. Pero creemos que podemos llegar a eso”.
La presión está sobre el sector de la aviación para llegar a tener una propulsión más limpia. La industria representa 2 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono generadas por el hombre, pero se espera que esa cifra se triplique en 2050, a medida que se acelera la demanda de transporte aéreo. Se estima que el número de pasajeros se duplicará en 20 años.
Los aviones de alimentación eléctrica ayudarán a reducir el ruido y la contaminación por emisiones a partir de ese crecimiento.
Los socios esperan obtener financiamiento de Reino Unido, aunque se negaron a cuantificarlo.
Airbus, Siemens y Rolls-Royce inicialmente buscan un mercado regional para su avión híbrido.
Paul Stein, director de tecnología de Rolls-Royce, dijo que una alimentación híbrida eléctrica más silenciosa y limpia permitirá a los aeropuertos ubicarse más cerca de las zonas urbanas. “Tiene el potencial de mover el transporte del ferrocarril a aire y da la oportunidad de conectar cualquier par de ciudades”, dijo.
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