PELIGROSAMENTE ATRACTIVA EN EL AICM
Me llamo Observación Recurrente señora de Calidad, pero quienes me conocen me dicen “Peligrosa”.
¿Me quieres conocer?
Solamente date una vuelta por Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México, popularmente conocido por sus siglas AICM.
Me encontrarás justo cuando ingreses a la Terminal 1 procedente del puente sur del estacionamiento nacional y pretendas emplear la rampa para bajar al mezzanine del ambulatorio.
Lo más probable es que en un principio no me notes, pero si en una de esas te descuidas, ya sea tu equipaje rodante o más claramente tu pie te indicarán mi presencia toda vez ambos se pueden atorar conmigo con suma facilidad. Te aseguro que estoy en condiciones de hacértelo saber de una manera que nunca olvidarás, en especial cuando tengas que adquirir una nueva maleta o ir al médico a atender la herida que tu descuido de no darte cuenta de la amenaza que represento te va a generar.
¿Saben una cosa? ¡Estoy muy feliz” y es que me estoy volviendo muy famosa, por lo menos en ciertos círculos aeronáuticos en los que me han intentado “ventanear”.
¿Desde hace cuánto tiempo estoy aquí? Híjole, ¡si te dijera!
Lo que sí te puedo asegurar es que en una de esas ha sido mucho tiempo.
Te preguntarás ¿cómo es que sigo aquí?
Sencillo…¡nadie me pela! Inclusive aquellos a los que ya les hice sentir las consecuencias de haberse topado conmigo. Es más, te cuento que hace algo así como un mes, a un señor que acompañaba a su mamá para que abordase un vuelo por poco le arruino su costosa Samsonite; y que se enoja el descarado!!! tanto, que me tomó una foto y amenazó en acusarme con los directivos del aeropuerto, algo que parece ser que efectivamente lo hizo, ya que una semana después cuando vino por su mamá que ya regresaba de su viaje, no dudó en venir “a saludarme”, lo que no le hizo gracia, ya que constató que no solamente sigo siendo ahora sí que “peligrosa”, sino que cada día lo soy más.
Me enteré que por ahí me convirtió en la protagonista de un texto en el que acusa la poca importancia que algunos administradores de aeropuertos le dan a la seguridad de los usuarios.
Pensé que me dejaría tan en paz, como me han dejado aún con reportes y periodicazos quienes supuestamente deberían atenderme y por ende evitar que yo siga haciendo lo mío con quienes ni la deben, ni la temen en el AICM, pero no!!! Unas semanas después el tipejo volvió a tomarme una foto, misma que con mucho orgullo les presumo.
¿A poco no soy peligrosamente atractiva?
La pregunta es obligada: ¿Hasta cuándo me dejarán serlo?
Ya sé...! Hasta que algún funcionario público o personalidad se tope con mis encantos, entonces sí que “alguien” me pondrá en mi lugar.