AirportSpotter
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Después mucho pensarlo, el pasado diciembre me animé a viajar a Asia, específicamente a China. El viaje que tuvo como punto de partida a Hong Kong, llegando a la ex-colonia británica haciendo escala en Seúl. Les presento en este reporte los dos tramos de ida: MEX - ICN e ICN - HKG.
México a Seúl (escala en Monterrey).
Aeroméxico 90.
Al buscar las distintas alternativas para viajar a Asia (principios de noviembre), me sorprendió que una de las más accesibles económicamente fuera el volar a Hong Kong, incluso menos cara que los vuelos directos a NRT, PVG, ICN y CAN, que son las alternativas directas que tenemos desde México. El poder llegar a Hong Kong como punto de inicio fue un afortunado fruto de las circunstancias, pues me guié por el precio al momento de reservar. La alternativa elegida fue volar a ICN con Aeroméxico y conectar ahi con Asiana, ambos tramos en el mismo boleto.
El vuelo salía el sábado 16 a las 8:05 pm, por lo que llegamos con las reglamentarias tres horas de antelación a la T2 del AICM. No encontramos mucha gente, por lo que el check in fue razonablemente rápido.
IMG_20171216_171505394_BURST000_COVER_TOP by ADVJ, en Flickr
Al terminar el check in, nos pidieron estar atentos a los monitores para conocer la sala de embarque. En primera instancia el monitor nos indicó una sala en el Dedo Norte, pero al poco tiempo la información cambió y nos asignaron la sala 67 del Dedo Sur.
IMG_20171216_190634225 by ADVJ, en Flickr
Abordamos a tiempo y notamos que aunque había un nutrido grupo de coreanos o mexico-coreanos, la mayoría de los pasajeros éramos mexicanos. El avión, un 787-8, iba prácticamente lleno para el primer tramo a Monterrey. El vuelo fue sin contratiempos y nos repartieron una bebida y los consabidos cacahuates salados que AM da en todos su vuelos. Al aterrizar en Monterrey nos sorprendió ver que la mayoría de los pasajeros desembarcaron, calculo un 75% del total de los que embarcamos en México. Nos quedamos los coreanos y un reducido grupo de mexicanos a esperar a que hicieran la limpieza de la aeronave y embarcaran a los pasajeros que se nos unirían en Monterrey. Un dato interesante es que cambió toda la tripulación del vuelo, pues los que harían el vuelo a ICN embarcaron en MTY. Los pasajeros que nos quedamos en el avión tratamos de matar el tiempo caminando por el avión, tratando de no estorbar a la gente de limpieza de AM.
Avion 1 by ADVJ, en Flickr
Finalmente los pasajeros de Monterrey empezaron a abordar y lo hicieron en buen número, prácticamente llenando el avión. La gran mayoría de los que abordaron eran de ascendencia coreana, por lo que la proporción entre estos y los no coreanos era de un 75% a 25% aproximadamente. El vuelo salió algo retrasado de Monterrey, por lo que al despegar los que abordamos en MEX teníamos ya un poco más de tres horas a bordo y todavía nos quedaban las 14 hrs y un poco más del trayecto a Seúl. Aquí conviene comentar que el 787-8 no me pareció tan incómodo como había leído en otras reseñas. Cierto es que clase turista en cualquier vuelo de larga distancia puede ser un infierno, y las 18 horas que pasamos en el vuelo fueron tediosas e incómodas pero tolerables. Los asientos son estrechos pero con un decente legroom. El servicio de entretenimiento es bueno y cuenta con una amplia videoteca de películas y series de tv, de verdad muy completa. En lo personal, la mayoría de las alternativas no me atrajeron, pero es cuestión personal de gustos. AM ofrece un amplio abanico de alternativas, lo que se agradece en un vuelo tan largo.
IMG_20171216_194151253 by ADVJ, en Flickr
En camino a ICN pasó algo que me pareció inusual. En todos los vuelos de larga distancia que he tomado generalmente hay dos momentos de servicio de alimentos: al despegar y un par de horas antes de aterrizar. Cuando despegamos de MTY el tiempo pasaba y la tripulación no daba señales de que estaba por iniciar el servicio de cena. Pasó una hora, hora y media e inclusive las luces se apagaron como invitando a los pasajeros a intentar dormir. Al par de horas de iniciado el vuelo, algunos pasajeros empezaron a ir a la galería por agua y las sopas instantáneas que tanto gustan en Asia. Nosotros supusimos que esa sería la única alternativa para cenar y fuimos por la nuestra.
IMG-20171220-WA0022 by ADVJ, en Flickr
Después de tres horas en el aire, se prendieron las luces de la cabina y el olor de la comida que se calienta se empezó a esparcir, lo que nos señaló que finalmente habría cena en forma. Se repartieron primero las bebidas y al repartir las comidas la tripulación de AM entregaba a los pasajeros coreanos un laminado con las fotografías de las dos alternativas que había, para que ellos señalaran que querían superando la barrera del lenguaje. La cena fue aceptable aunque pobre en su presentación.
IMG_20171217_015815644 by ADVJ, en Flickr
Después de la cena nos quedaban todavía 10 horas de vuelo por delante. A mi me gusta volar y disfruto el avión aun volando en cattle class. Sin embargo, estar 18 horas en un avión es una experiencia que difícilmente repetiré pues es muy pesado. El regreso fue PVG - MEX, así que "solo" fueron 14:30 hrs de vuelo. El mapa del vuelo, tan celebrado por los que amamos la aviación, se vuelve un recurso cruel cuando ves que a pesar de tener 8 hrs montado en el avión, aún no llegas ni a la mitad del tiempo del vuelo.
No hay plazo que no se cumpla y al acercarnos a Corea del Sur nos dieron de desayunar. Yo elegí la alternativa asiática (potaje de arroz con pescado) que me pareció bastante buena. Esa foto se las debo. Al aterrizar en ICN teníamos tres horas para pasar inmigración, recoger maletas y hacer check in con Asiana, pues AM se negó a documentar nuestro equipaje hasta su destino final (HKG). El tramo ICN - HKG viene en la segunda parte del reporte. Gracias por leer y un saludo.
México a Seúl (escala en Monterrey).
Aeroméxico 90.
Al buscar las distintas alternativas para viajar a Asia (principios de noviembre), me sorprendió que una de las más accesibles económicamente fuera el volar a Hong Kong, incluso menos cara que los vuelos directos a NRT, PVG, ICN y CAN, que son las alternativas directas que tenemos desde México. El poder llegar a Hong Kong como punto de inicio fue un afortunado fruto de las circunstancias, pues me guié por el precio al momento de reservar. La alternativa elegida fue volar a ICN con Aeroméxico y conectar ahi con Asiana, ambos tramos en el mismo boleto.
El vuelo salía el sábado 16 a las 8:05 pm, por lo que llegamos con las reglamentarias tres horas de antelación a la T2 del AICM. No encontramos mucha gente, por lo que el check in fue razonablemente rápido.
IMG_20171216_171505394_BURST000_COVER_TOP by ADVJ, en Flickr
Al terminar el check in, nos pidieron estar atentos a los monitores para conocer la sala de embarque. En primera instancia el monitor nos indicó una sala en el Dedo Norte, pero al poco tiempo la información cambió y nos asignaron la sala 67 del Dedo Sur.
IMG_20171216_190634225 by ADVJ, en Flickr
Abordamos a tiempo y notamos que aunque había un nutrido grupo de coreanos o mexico-coreanos, la mayoría de los pasajeros éramos mexicanos. El avión, un 787-8, iba prácticamente lleno para el primer tramo a Monterrey. El vuelo fue sin contratiempos y nos repartieron una bebida y los consabidos cacahuates salados que AM da en todos su vuelos. Al aterrizar en Monterrey nos sorprendió ver que la mayoría de los pasajeros desembarcaron, calculo un 75% del total de los que embarcamos en México. Nos quedamos los coreanos y un reducido grupo de mexicanos a esperar a que hicieran la limpieza de la aeronave y embarcaran a los pasajeros que se nos unirían en Monterrey. Un dato interesante es que cambió toda la tripulación del vuelo, pues los que harían el vuelo a ICN embarcaron en MTY. Los pasajeros que nos quedamos en el avión tratamos de matar el tiempo caminando por el avión, tratando de no estorbar a la gente de limpieza de AM.
Avion 1 by ADVJ, en Flickr
Finalmente los pasajeros de Monterrey empezaron a abordar y lo hicieron en buen número, prácticamente llenando el avión. La gran mayoría de los que abordaron eran de ascendencia coreana, por lo que la proporción entre estos y los no coreanos era de un 75% a 25% aproximadamente. El vuelo salió algo retrasado de Monterrey, por lo que al despegar los que abordamos en MEX teníamos ya un poco más de tres horas a bordo y todavía nos quedaban las 14 hrs y un poco más del trayecto a Seúl. Aquí conviene comentar que el 787-8 no me pareció tan incómodo como había leído en otras reseñas. Cierto es que clase turista en cualquier vuelo de larga distancia puede ser un infierno, y las 18 horas que pasamos en el vuelo fueron tediosas e incómodas pero tolerables. Los asientos son estrechos pero con un decente legroom. El servicio de entretenimiento es bueno y cuenta con una amplia videoteca de películas y series de tv, de verdad muy completa. En lo personal, la mayoría de las alternativas no me atrajeron, pero es cuestión personal de gustos. AM ofrece un amplio abanico de alternativas, lo que se agradece en un vuelo tan largo.
IMG_20171216_194151253 by ADVJ, en Flickr
En camino a ICN pasó algo que me pareció inusual. En todos los vuelos de larga distancia que he tomado generalmente hay dos momentos de servicio de alimentos: al despegar y un par de horas antes de aterrizar. Cuando despegamos de MTY el tiempo pasaba y la tripulación no daba señales de que estaba por iniciar el servicio de cena. Pasó una hora, hora y media e inclusive las luces se apagaron como invitando a los pasajeros a intentar dormir. Al par de horas de iniciado el vuelo, algunos pasajeros empezaron a ir a la galería por agua y las sopas instantáneas que tanto gustan en Asia. Nosotros supusimos que esa sería la única alternativa para cenar y fuimos por la nuestra.
IMG-20171220-WA0022 by ADVJ, en Flickr
Después de tres horas en el aire, se prendieron las luces de la cabina y el olor de la comida que se calienta se empezó a esparcir, lo que nos señaló que finalmente habría cena en forma. Se repartieron primero las bebidas y al repartir las comidas la tripulación de AM entregaba a los pasajeros coreanos un laminado con las fotografías de las dos alternativas que había, para que ellos señalaran que querían superando la barrera del lenguaje. La cena fue aceptable aunque pobre en su presentación.
IMG_20171217_015815644 by ADVJ, en Flickr
Después de la cena nos quedaban todavía 10 horas de vuelo por delante. A mi me gusta volar y disfruto el avión aun volando en cattle class. Sin embargo, estar 18 horas en un avión es una experiencia que difícilmente repetiré pues es muy pesado. El regreso fue PVG - MEX, así que "solo" fueron 14:30 hrs de vuelo. El mapa del vuelo, tan celebrado por los que amamos la aviación, se vuelve un recurso cruel cuando ves que a pesar de tener 8 hrs montado en el avión, aún no llegas ni a la mitad del tiempo del vuelo.
No hay plazo que no se cumpla y al acercarnos a Corea del Sur nos dieron de desayunar. Yo elegí la alternativa asiática (potaje de arroz con pescado) que me pareció bastante buena. Esa foto se las debo. Al aterrizar en ICN teníamos tres horas para pasar inmigración, recoger maletas y hacer check in con Asiana, pues AM se negó a documentar nuestro equipaje hasta su destino final (HKG). El tramo ICN - HKG viene en la segunda parte del reporte. Gracias por leer y un saludo.
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