fuente: reforma.com
El Grupo Aeroportuario adelantó que la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) podría enfrentarse a un problema de recursos por dos situaciones: volatilidad política o crisis macroeconómica.
La empresa envió al Congreso un informe sobre los avances del proyecto, pero también sobre las complicaciones para terminar al 100 por ciento la obra.
En el apartado "Planes de contingencia", las autoridades afirman que el megaproyecto no está exento de situaciones imprevistas.
"Se trata de una realidad inevitable para cualquier obra de infraestructura. Entre otros factores que pueden influir en el desarrollo de la obra en tiempo y forma están: suficiencia de recursos para financiar el proyecto en su totalidad y asegurar su conclusión", se indica, tras aclarar que se tiene un plan correctivo para cumplir con su entrega.
"(Así como) por disponibilidad de recursos presupuestales, que pueden ser afectados por condiciones macroeconómicas o volatilidad política".
Detalla que en caso de algún retraso en el arranque de operaciones del nuevo aeropuerto, se cuenta con una red de terminales en la Zona Metropolitana del Valle de México que atenderían de forma emergente la demanda creciente de pasajeros, pero sólo mientras se pone en marcha el nuevo.
"Paralelamente sería necesario instrumentar acciones en el AICM que faciliten la optimización de su infraestructura, así como sus procesos sustantivos, como modernización de slots y equipos para ordenar aterrizajes y despegues. Además de las medidas que se toman actualmente", explica.
También se uniría a esta red el Aeropuerto Internacional de Toluca.
El informe fue entregado a la Comisión Permanente en respuesta a un exhorto que realizó el Senado el 3 de abril para que entregara un informe sobre el proyecto del NAIM y saber si la obra se construye en tiempo o registra retrasos, y conocer si existe un plan de contingencia para la saturación del actual aeropuerto de no entregarse el nuevo en el 2020, como se promete.
Esto se da en luego de la polémica que generó la advertencia de Andrés Manuel López Obrador de cancelar el proyecto o concesionarlo si llega a la Presidencia.
El Grupo Aeroportuario informa que hasta el 31 de marzo, la obra física-financiera era del 27.33 por ciento, sin embargo, aclara, tiende a incrementarse en su construcción, pues debe tomarse en cuenta que previo al arranque se trabajó en diseño, contratación y adquisición de experiencia.
"Se estima que durante el periodo 2018-2020 la estrategia de ejecución del NAIM alcanzará tasas de crecimiento promedio mayores a las registradas hasta el 2017 y tendrá un comportamiento creciente", apunta.
La empresa defendió ante el Congreso el proyecto, al afirmar que el financiamiento de la obra no constituye una deuda pública y será pagada por los flujos excedentes que el propio aeródromo genere.
Hasta el momento, apunta el reporte de 50 páginas, la obra se está fondeando con 10 mil millones de dólares dividido en tres rubros: 6 mil millones de la emisión de bonos, mil 600 millones de la Fibra E y mil 250 millones de recursos del Gobierno federal.
"El NAIM cuenta con un esquema de financiamiento robusto que no representa deuda pública ni cuenta con la garantía del Gobierno federal. En todo momento, éste mantendrá el control y la propiedad como empresa estatal. Se financia sin presionar las finanzas públicas", insiste el Grupo.
Señala que el 87 por ciento de los 416 contratos firmados durante la construcción han sido por licitación pública, por un monto de 137 mil 873 millones de pesos, y el 98 por ciento de esos recursos son en obras públicas.
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