Buenas tardes amigos del foro. Con mucho gusto les quiero compartir el viaje que hice a Brasil partiendo desde Villahermosa. Viajamos dos personas, mi novia y yo, visitando Sao Paulo, Paraty y Río de Janeiro. El itinerario se compone de la siguiente manera.
Fecha: Jueves 7 de julio de 2016
Origen: Villahermosa (VSA)
Destino: Ciudad de México, Terminal 1 (MEX)
Aerolínea: Vivaaerobus
Vuelo: 3247
Horario: 08:40
Avión: A320-200
Fácil tenía mas de 3 años sin volar con Vivaaerobus, desde que suspendieron la ruta MEX-VSA, que retomaron en junio de 2016 con módicos precios desde $200.00 (11 USD), por persona. O bueno, eso fue lo que yo pagué. El check in fue algo lento ya que llegamos con un poco de retraso al aeropuerto, sin embargo el personal de Viva fue ágil y amable en todo momento. Posteriormente pasamos seguridad, igual de rápido y esperamos por nuestro vuelo que saldría por puerta 2, si bien el embarque se inició a las 08:30, a las 08:50 ya estábamos haciendo push-back. El vuelo estimo venía a una ocupación de un 80%. El horario la verdad es poco atractivo, pero los precios son los precios. El vuelo fue muy tranquilo, el avión nuevo, limpio y el personal abordo gentil. Nada interesante fuera de eso, salvo la vista sobre los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, el último esta por perder su glaciar lamentablemente, ya se aprecia el cráter, cosa que antes no era posible por la capa de hielo y nieve. Aterrizamos cerca de las 10:10, un aterrizaje suave y nos conectaron posteriormente a la manga 3, recogimos equipaje rápido y salimos del aeropuerto a casa, ya que el siguiente vuelo era hasta el día siguiente.
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Fecha: Viernes 8 de julio de 2016
Origen: Ciudad de México, Terminal 1 (MEX)
Destino: Santiago de Chile (SCL)
Aerolínea: LATAM Airlines
Vuelo: 621
Horario: 20:25
Avión: B787-800
Llegamos al aeropuerto Benito Juárez cerca de las 17:00, poco más de las tres horas reglamentarias para hacer check-in. Desde diciembre y enero pasado LATAM opera desde la sala F de la terminal 1, en vez de la terminal 2. Honestamente me gusta más la terminal 2, pero también se agradece evitar tomar el aerotren que en muchas ocasiones no funciona.
Hicimos el check-in rápidamente a través de la fila Prioritaria o Preferente y en menos de 4 minutos ya teníamos pases de abordar y equipaje documentado hasta destino. Pensábamos pasar inmediatamente seguridad para curiosear un poco en el Duty Free y hacer uso del Salon Admirals Club de American Airlines, peeerooo... alguien prefirió quedarse en la avenida junto al aeropuerto a fumar. Así que no utilizamos dichos beneficios por el vicio.
Una hora antes del embarque pasamos filtros, los cuales fueron muy rápidos y buscamos en las pantallas de información la puerta desde donde se abordaría nuestro vuelo, la cual fue la número 23. El vuelo se empezó a abordar a la hora indicada, de igual modo abordamos de los primeros al viajar en Premium Business... y fue la primera vez que entré a un 787, debo admitir que quedé maravillado de lo que veía: entrar a un avión siempre es pensar entrar a una caja de zapatos, pero abordamos y la sensasión de amplitus es enorme, así mismo la iluminación es sublime, el avión con sus pocos años de uso impecable, y la emoción de viajar en Premium al borde, era la primera vez que viajábamos en esa cabina. Al segundo se presentó la tripulación, primero aquel encargado de nuestra área y posteriormente la jefa de servicio. Nos ofrecieron material de lectura y un kit de amenidades que consistía en una bolsa Salvatore Ferragamo con algunos artículos como pasta de dientes, cepillo, espejo, cubreojos, tapones de oídos, etc.
De entrada nos ofrecieron una copa de champagne acompañada de una porción de nueces de la india y avellanas, mientras esperábamos el final del embarque. El cual finalizó cerca de 10 minutos antes de la hora de despegue, se preparó la cabina de pasajeros para el despegue y cerca de las 20:30 estábamos en la cabecera de la pista. El despegue fue muy suave y muy silencioso. Y rápidamente ganamos altura hasta llegar a la altura de crucero, en ese momento empezó la tripulación a preparar la cena. La cual consistió en unos ravioles rellenos de ricota al pesto como plato principal, una ensalada de verduras, pan al gusto y una crema de calabazas, de postre una tarta de fresas y vainilla.
Que decir, deliciosa la cena, en especial porque soy fan del pesto y de la crema de calabazas, un vino blanco pedí para tomar, agua y un digestivo.
Retiraron la cena y poco tiempo después apagaron las luces. El sistema de entretenimiento lo use poco, enlisté las canciones que me gustaran y de vez en vez revisaba el mapa de vuelo. El viaje fue algo así: despegar hacia el norte desde el AICM, virar al sur y salir al Pacífico por Oaxaca y en línea recta hasta La Serena, desde donde se realizaron las maniobras necesarias para aterrizar en SCL.
Intenté descansar los más posible, pero a lo mucho fueron unas 4 horas lo que conseguí, nos despertaron una hora y media antes del aterrizaje para servir el desayuno, el cual consistió en un omelette acompañado de un yogurth y fruta, jugos, agua y café.
El aterrizaje fue muy suave y rápido, cerca de las 05:30, rápidamente nos conectaron al pasillo telescópico, buscamos las ruta de conexiones donde hicimos una rápida revisión de seguridad y esperamos al próximo vuelo que salía a las 07:30.
¡Qué decir! Primera vez viajando en 787 y en clase Premier, un gran servicio por parte de LATAM, el avión impecable, moderno, la iluminación es fantástica, el servicio de la tripulación excelente, la comodidad muy buena.
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Fecha: Jueves 7 de julio de 2016
Origen: Villahermosa (VSA)
Destino: Ciudad de México, Terminal 1 (MEX)
Aerolínea: Vivaaerobus
Vuelo: 3247
Horario: 08:40
Avión: A320-200
Fácil tenía mas de 3 años sin volar con Vivaaerobus, desde que suspendieron la ruta MEX-VSA, que retomaron en junio de 2016 con módicos precios desde $200.00 (11 USD), por persona. O bueno, eso fue lo que yo pagué. El check in fue algo lento ya que llegamos con un poco de retraso al aeropuerto, sin embargo el personal de Viva fue ágil y amable en todo momento. Posteriormente pasamos seguridad, igual de rápido y esperamos por nuestro vuelo que saldría por puerta 2, si bien el embarque se inició a las 08:30, a las 08:50 ya estábamos haciendo push-back. El vuelo estimo venía a una ocupación de un 80%. El horario la verdad es poco atractivo, pero los precios son los precios. El vuelo fue muy tranquilo, el avión nuevo, limpio y el personal abordo gentil. Nada interesante fuera de eso, salvo la vista sobre los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, el último esta por perder su glaciar lamentablemente, ya se aprecia el cráter, cosa que antes no era posible por la capa de hielo y nieve. Aterrizamos cerca de las 10:10, un aterrizaje suave y nos conectaron posteriormente a la manga 3, recogimos equipaje rápido y salimos del aeropuerto a casa, ya que el siguiente vuelo era hasta el día siguiente.
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Fecha: Viernes 8 de julio de 2016
Origen: Ciudad de México, Terminal 1 (MEX)
Destino: Santiago de Chile (SCL)
Aerolínea: LATAM Airlines
Vuelo: 621
Horario: 20:25
Avión: B787-800
Llegamos al aeropuerto Benito Juárez cerca de las 17:00, poco más de las tres horas reglamentarias para hacer check-in. Desde diciembre y enero pasado LATAM opera desde la sala F de la terminal 1, en vez de la terminal 2. Honestamente me gusta más la terminal 2, pero también se agradece evitar tomar el aerotren que en muchas ocasiones no funciona.
Hicimos el check-in rápidamente a través de la fila Prioritaria o Preferente y en menos de 4 minutos ya teníamos pases de abordar y equipaje documentado hasta destino. Pensábamos pasar inmediatamente seguridad para curiosear un poco en el Duty Free y hacer uso del Salon Admirals Club de American Airlines, peeerooo... alguien prefirió quedarse en la avenida junto al aeropuerto a fumar. Así que no utilizamos dichos beneficios por el vicio.
Una hora antes del embarque pasamos filtros, los cuales fueron muy rápidos y buscamos en las pantallas de información la puerta desde donde se abordaría nuestro vuelo, la cual fue la número 23. El vuelo se empezó a abordar a la hora indicada, de igual modo abordamos de los primeros al viajar en Premium Business... y fue la primera vez que entré a un 787, debo admitir que quedé maravillado de lo que veía: entrar a un avión siempre es pensar entrar a una caja de zapatos, pero abordamos y la sensasión de amplitus es enorme, así mismo la iluminación es sublime, el avión con sus pocos años de uso impecable, y la emoción de viajar en Premium al borde, era la primera vez que viajábamos en esa cabina. Al segundo se presentó la tripulación, primero aquel encargado de nuestra área y posteriormente la jefa de servicio. Nos ofrecieron material de lectura y un kit de amenidades que consistía en una bolsa Salvatore Ferragamo con algunos artículos como pasta de dientes, cepillo, espejo, cubreojos, tapones de oídos, etc.
De entrada nos ofrecieron una copa de champagne acompañada de una porción de nueces de la india y avellanas, mientras esperábamos el final del embarque. El cual finalizó cerca de 10 minutos antes de la hora de despegue, se preparó la cabina de pasajeros para el despegue y cerca de las 20:30 estábamos en la cabecera de la pista. El despegue fue muy suave y muy silencioso. Y rápidamente ganamos altura hasta llegar a la altura de crucero, en ese momento empezó la tripulación a preparar la cena. La cual consistió en unos ravioles rellenos de ricota al pesto como plato principal, una ensalada de verduras, pan al gusto y una crema de calabazas, de postre una tarta de fresas y vainilla.
Que decir, deliciosa la cena, en especial porque soy fan del pesto y de la crema de calabazas, un vino blanco pedí para tomar, agua y un digestivo.
Retiraron la cena y poco tiempo después apagaron las luces. El sistema de entretenimiento lo use poco, enlisté las canciones que me gustaran y de vez en vez revisaba el mapa de vuelo. El viaje fue algo así: despegar hacia el norte desde el AICM, virar al sur y salir al Pacífico por Oaxaca y en línea recta hasta La Serena, desde donde se realizaron las maniobras necesarias para aterrizar en SCL.
Intenté descansar los más posible, pero a lo mucho fueron unas 4 horas lo que conseguí, nos despertaron una hora y media antes del aterrizaje para servir el desayuno, el cual consistió en un omelette acompañado de un yogurth y fruta, jugos, agua y café.
El aterrizaje fue muy suave y rápido, cerca de las 05:30, rápidamente nos conectaron al pasillo telescópico, buscamos las ruta de conexiones donde hicimos una rápida revisión de seguridad y esperamos al próximo vuelo que salía a las 07:30.
¡Qué decir! Primera vez viajando en 787 y en clase Premier, un gran servicio por parte de LATAM, el avión impecable, moderno, la iluminación es fantástica, el servicio de la tripulación excelente, la comodidad muy buena.
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