LuisHernandez767
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Hola, les comparto mi reporte de vuelo de este verano con varias líneas aéreas americanas y europeas
Quiero anticiparles que es un poco extenso, pero me emociona contar las situaciones a detalle, así que espero que lo disfruten tanto como yo lo he hecho al escribirlo.
1º/Junio/2018:
Este día desperté temprano por la mañana, dado que tenía algunos movimientos pendientes por hacer previo al viaje. A las 10 de la mañana, un Uber me llevó hasta la terminal 1 del Aeropuerto de la Cd. de México, dado que ahí iniciaría mi travesía en el vuelo AC1981, con destino al Aeropuerto de Toronto Pearson.
Dado que ya había hecho check in el día anterior desde la App, sólo tuve que dirigirme a entregar mi equipaje facturado al mostrador de Air Canada, donde un empleado bastante amable me atendió, y se sorprendió de mi destino final (Hannover, Alemania) pues dijo que en el tiempo que llevaba ahí, nunca había oído nombrar a esa ciudad
A las 11:15 ya estaba con mis tres pases de abordar y el equipaje hasta mi destino final, así que me dirigí a cambiar unos cuantos euros.
Cruzé el filtro de seguridad a un lado del salón Centurion de Amex, sin ningún problema en mi caso, dado que los oficiales sospechaban que el pasajero frente a mi trataba de llevar artículos prohibidos a Estados Unidos
Debido a que eran las 11:30 y mi vuelo saldría a las 13:45, me dirigía a The Grand Elite Lounge, para tomar un "segundo desayuno". Debo destacar que fue la primera vez que ingresé a dicha sala y su servicio me pareció magnífico. El personal muy atento a resolver cualquier petición, y una muy buena calidad de los alimentos. Pero bien, volviendo al tema, aproveché el tiempo para hacer algunas llamadas a amigos y familiares, antes de escaparme un mes de la ciudad.
A las 12:30 una chica del staff se acercó amablemente para indicarme la puerta de abordaje de mi vuelo y el estado. Agradecí su amable atención y me dirigí a mi puerta caminando, pues el equipo del salón me ofreció transportarme en un carrito de golf.
Aproximadamente 45 minutos antes, se anunció el abordaje, el cuál se dio en un caos total, pues nadie respetó las zonas de embarque ni la prioridad, y el Personal de Air Canada no hizo mucho por solucionar la situación. Con todo y eso, fui de los primeros pasajeros en abordar el avión, después de los pasajeros de Premium Rouge. Me coloqué en mi asiento, el 40A y pude notar que el espacio entre asientos de este 767 no es tan malo como esperaba para ser la low cost de AC (Cosa que no pasa con sus A319, que son los más incómodo que he visto)
Nuestro avión despegó casi puntual, con ligeros dos o tres minutos de atraso. Cuando la señal de cinturones se apagó, la tripulación pasó ofreciendo iPads en renta para poder ver el entretenimiento a bordo. De otra manera, puedes verlo en tu propio dispositivo, conectándote a la red y usando la aplicación, además de que los asientos cuentan con conexiones eléctricas (1-2-1, dado que el avión tiene configuración 2-3-2).
Ya estando sobre el Golfo de México, opté por leer la revista de a bordo, llamada "enRoute", que tenía artículos bastante buenos, incluyendo uno sobre Porto, en Portugal. Naturalmente, la revista vienen en inglés y francés. En eso estaba yo cuando la tripulación pasó ofreciendo comida a la venta, pues al ser Low Cost, no hay alimentos de cortesía, pero puedes comprarlos seleccionando del menú de "Air Canada Bistro". Casi después de esto, se ofreció una primera ronda de bebidas (Lo único que se ofrece en cortesía), donde opté por un jugo de naranja, y mientras me lo entregaba, la sobrecargo preguntó si mi compañero de viaje y yo éramos mejores amigos o padre e hijo, dado que íbamos vestidos iguales Y sí, no lo había notado pero llevábamos el mismo "outfit". El comentario nos hizo gracia a los tres, y después de esto iniciamos una plática acerca de México y Canadá, pues él era un residente canadiense. En eso se me pasó la mayor parte del vuelo, pues al terminar la charla, sólo vi 20 minutos de una película y ya estábamos en la fase de descenso.
Los aterrizajes en Toronto me gustan mucho, pues es una ciudad muy verde y bien planificada
Después de un suave aterrizaje, me despedí de mi compañero, quien terminaba su viaje ahí, pero él me deseó buena suerte, pues me faltaba aún bastante camino por recorrer
Bajé del avión no sin antes guardar la revista para continuarla leyendo en mi siguiente trayecto (Sé que en el siguiente avión igual estaría la revista, pero la que recogí era de mayo, y ya estábamos en junio )
El Aeropuerto de Toronto me parece muy bonito y organizado, además de bien señalizado para las conexiones. Pasé un control de pasaportes automatizado en un kiosko, al ser un pasajero en tránsito, y después un filtro de seguridad, que, dicho sea de paso, no se distinguió por contar con el personal más amable.
El área de salidas internacionales me pareció excelente, hay muchas mesas y asientos con iPads para el uso de todos los viajeros, desde donde además puedes ordenar comida de los diversos restaurantes
Me dirigí a un Starbucks, donde igual, los empleados no se distinguían por su amabilidad (Algo que se me hizo curioso, es que a diferencia de México, no son gente joven, sino señoras ya mayores), sin embargo, conocí a una señora argentina bastante amigable, quién me acompañó hasta que abordó su vuelo a Amsterdam. Mientras esperábamos, ella me contó la historia de cómo había conseguido que Air Canada le pagara una suite en Radisson, dado que un día antes habían cancelado su vuelo. Nos despedimos y me formé para abordar mi vuelo, el AC 876 con destino a Frankfurt, en un Boeing 777-200LR. Al abordar el avión la chica de la puerta se portó muy amable, y me despidió con un "Buen viaje amigo". Después de los inevitables minutos parados en el pasillo del avión esperando a que la gente se acomode con su equipaje, llegué a mi silla, la 42K. El avión tiene una configuración en turista 3-4-3, sin embargo, al haber reservado mi asiento con dos meses de anticipación, pude hacerme de esa silla donde el avión se vuelve más estrecho y cambia a configuración 2-4-2. Creo que fue una muy buena elección, pues queda un espacio grande entre la pared y el asiento donde pude meter la cobija, almohada y mi equipaje de mano para poder estirar los pies bajo el asiento (Tengo que aclarar que soy enemigo de usar los compartimientos superiores, pues se llenan muy rápido y no me agrada tener que estarme parando para sacar mi Mac o la cámara a cada rato ).
Nuestra hora de salida programada era a las 20:55, sin embargo, despegamos después de las 10 de la noche, pues al parecer, según informó el capitán, la demora se debió a una confusión en los contenedores de equipaje, de manera que tuvieron que bajar todos para poner los correctos. Cómo este era un viaje de placer, no estaba estresado por la demora, hasta la disfruté, pues estaba viendo la preparación de un 777 de Eva Air para un vuelo. Sin embargo, en ese momento yo no recordaba que tenía una conexión muy justa en Frankfurt, que más adelante me iba a hacer pasar una odisea a mi llegada a las tierras germanas.
El avión salió con poco más de una hora de retraso, pero no fue una espera pesada, pues el sistema de entretenimiento ya estaba funcionando desde que abordamos. Después de rodar por 20 minutos, del avión comenzó su jornada de casi 8 horas hasta Alemania. Hubo turbulencias ligeras, pero nada importante. Una hora después del despegue, la cabina se comenzó a llenar del olor a cena, y poco después, las sobrecargos pasaron ofreciendo las dos opciones ya conocidas "Pollo o pasta", yo opté por la segunda, que fue de una calidad aceptable. LA bandeja incluía, además de la pasta, una ensalada de zanahorias con lechuga y elotes (Que estaba deliciosa), un pan que parecía un chicle y una rebanada de pastel de chocolate. Para beber iba incluida una simpática botella de agua, y poco después la tripulación pasó ofreciendo las bebidas, donde opté por un vino tinto.
Después de retirar el servicio de la cena, me levanté al baño para estirar un rato los pies. Al volver a mi asiento, la azafata me pidió bajar las cortinillas para un mejor descanso y las luces se apagaron.
Desperté unas horas después, cuando ya estábamos cerca de entrar a espacio aéreo del Reino Unido. Unos minutos después, se repartieron panes bañados en lo que creo que era jarabe de Maple (Muy canadiense ) acompañado de las clásicas opciones de bebidas. Se retiró el servicio y se anunció el inicio del descenso, pues ya habíamos entrado en Alemania. Mientras aproveche para ver por la ventana y hacer unas fotos, y en eso estaba cuando vino el mensaje que desató el caos: "Estimados pasajeros, lamentamos informarles que dado el retraso sufrido en Toronto, los pasajeros con conexiones programadas serán reubicados en otros vuelos..." y comenzó a dar una larga lista de que viajeros alcanzaban su conexión y cuáles no. Fue en ese momento donde recordé que yo tenía una conexión hacia Hannover, y contaba con poco menos de 1:30 horas para realizarla, la indicación que me dieron a mí, fue preguntar al desembarcar el estado de mi conexión.
Aterrizamos en Frankfurt, y me llamó mucha la atención la gran cantidad de spotters que se veían en las vayas del aeropuerto. Imaginaba que serían bastantes más estrictos con ese tipo de situaciones, pero ya veo que no.
al desembarcar me dirigí con una agente de la línea, que me dijo que aún podía alcanzar la conexión, que me dirigiera a una puerta (la cuál no recuerdo) en esa terminal.
Bien amigos, hasta aquí dejo la historia por hoy, dado que ya no me quedan muchos caracteres prometo ser más breve en los próximos vuelos. así que si les gustó, en estos días tendrán la continuación por aquí.
Por cierto, tengo varias fotos para ilustrar la historia, pero no sé como subirlas, sí alguien me pudiera decir cómo, se los agradecería mucho.
Saludos.
Quiero anticiparles que es un poco extenso, pero me emociona contar las situaciones a detalle, así que espero que lo disfruten tanto como yo lo he hecho al escribirlo.
1º/Junio/2018:
Este día desperté temprano por la mañana, dado que tenía algunos movimientos pendientes por hacer previo al viaje. A las 10 de la mañana, un Uber me llevó hasta la terminal 1 del Aeropuerto de la Cd. de México, dado que ahí iniciaría mi travesía en el vuelo AC1981, con destino al Aeropuerto de Toronto Pearson.
Dado que ya había hecho check in el día anterior desde la App, sólo tuve que dirigirme a entregar mi equipaje facturado al mostrador de Air Canada, donde un empleado bastante amable me atendió, y se sorprendió de mi destino final (Hannover, Alemania) pues dijo que en el tiempo que llevaba ahí, nunca había oído nombrar a esa ciudad
A las 11:15 ya estaba con mis tres pases de abordar y el equipaje hasta mi destino final, así que me dirigí a cambiar unos cuantos euros.
Cruzé el filtro de seguridad a un lado del salón Centurion de Amex, sin ningún problema en mi caso, dado que los oficiales sospechaban que el pasajero frente a mi trataba de llevar artículos prohibidos a Estados Unidos
Debido a que eran las 11:30 y mi vuelo saldría a las 13:45, me dirigía a The Grand Elite Lounge, para tomar un "segundo desayuno". Debo destacar que fue la primera vez que ingresé a dicha sala y su servicio me pareció magnífico. El personal muy atento a resolver cualquier petición, y una muy buena calidad de los alimentos. Pero bien, volviendo al tema, aproveché el tiempo para hacer algunas llamadas a amigos y familiares, antes de escaparme un mes de la ciudad.
A las 12:30 una chica del staff se acercó amablemente para indicarme la puerta de abordaje de mi vuelo y el estado. Agradecí su amable atención y me dirigí a mi puerta caminando, pues el equipo del salón me ofreció transportarme en un carrito de golf.
Aproximadamente 45 minutos antes, se anunció el abordaje, el cuál se dio en un caos total, pues nadie respetó las zonas de embarque ni la prioridad, y el Personal de Air Canada no hizo mucho por solucionar la situación. Con todo y eso, fui de los primeros pasajeros en abordar el avión, después de los pasajeros de Premium Rouge. Me coloqué en mi asiento, el 40A y pude notar que el espacio entre asientos de este 767 no es tan malo como esperaba para ser la low cost de AC (Cosa que no pasa con sus A319, que son los más incómodo que he visto)
Nuestro avión despegó casi puntual, con ligeros dos o tres minutos de atraso. Cuando la señal de cinturones se apagó, la tripulación pasó ofreciendo iPads en renta para poder ver el entretenimiento a bordo. De otra manera, puedes verlo en tu propio dispositivo, conectándote a la red y usando la aplicación, además de que los asientos cuentan con conexiones eléctricas (1-2-1, dado que el avión tiene configuración 2-3-2).
Ya estando sobre el Golfo de México, opté por leer la revista de a bordo, llamada "enRoute", que tenía artículos bastante buenos, incluyendo uno sobre Porto, en Portugal. Naturalmente, la revista vienen en inglés y francés. En eso estaba yo cuando la tripulación pasó ofreciendo comida a la venta, pues al ser Low Cost, no hay alimentos de cortesía, pero puedes comprarlos seleccionando del menú de "Air Canada Bistro". Casi después de esto, se ofreció una primera ronda de bebidas (Lo único que se ofrece en cortesía), donde opté por un jugo de naranja, y mientras me lo entregaba, la sobrecargo preguntó si mi compañero de viaje y yo éramos mejores amigos o padre e hijo, dado que íbamos vestidos iguales Y sí, no lo había notado pero llevábamos el mismo "outfit". El comentario nos hizo gracia a los tres, y después de esto iniciamos una plática acerca de México y Canadá, pues él era un residente canadiense. En eso se me pasó la mayor parte del vuelo, pues al terminar la charla, sólo vi 20 minutos de una película y ya estábamos en la fase de descenso.
Los aterrizajes en Toronto me gustan mucho, pues es una ciudad muy verde y bien planificada
Después de un suave aterrizaje, me despedí de mi compañero, quien terminaba su viaje ahí, pero él me deseó buena suerte, pues me faltaba aún bastante camino por recorrer
Bajé del avión no sin antes guardar la revista para continuarla leyendo en mi siguiente trayecto (Sé que en el siguiente avión igual estaría la revista, pero la que recogí era de mayo, y ya estábamos en junio )
El Aeropuerto de Toronto me parece muy bonito y organizado, además de bien señalizado para las conexiones. Pasé un control de pasaportes automatizado en un kiosko, al ser un pasajero en tránsito, y después un filtro de seguridad, que, dicho sea de paso, no se distinguió por contar con el personal más amable.
El área de salidas internacionales me pareció excelente, hay muchas mesas y asientos con iPads para el uso de todos los viajeros, desde donde además puedes ordenar comida de los diversos restaurantes
Me dirigí a un Starbucks, donde igual, los empleados no se distinguían por su amabilidad (Algo que se me hizo curioso, es que a diferencia de México, no son gente joven, sino señoras ya mayores), sin embargo, conocí a una señora argentina bastante amigable, quién me acompañó hasta que abordó su vuelo a Amsterdam. Mientras esperábamos, ella me contó la historia de cómo había conseguido que Air Canada le pagara una suite en Radisson, dado que un día antes habían cancelado su vuelo. Nos despedimos y me formé para abordar mi vuelo, el AC 876 con destino a Frankfurt, en un Boeing 777-200LR. Al abordar el avión la chica de la puerta se portó muy amable, y me despidió con un "Buen viaje amigo". Después de los inevitables minutos parados en el pasillo del avión esperando a que la gente se acomode con su equipaje, llegué a mi silla, la 42K. El avión tiene una configuración en turista 3-4-3, sin embargo, al haber reservado mi asiento con dos meses de anticipación, pude hacerme de esa silla donde el avión se vuelve más estrecho y cambia a configuración 2-4-2. Creo que fue una muy buena elección, pues queda un espacio grande entre la pared y el asiento donde pude meter la cobija, almohada y mi equipaje de mano para poder estirar los pies bajo el asiento (Tengo que aclarar que soy enemigo de usar los compartimientos superiores, pues se llenan muy rápido y no me agrada tener que estarme parando para sacar mi Mac o la cámara a cada rato ).
Nuestra hora de salida programada era a las 20:55, sin embargo, despegamos después de las 10 de la noche, pues al parecer, según informó el capitán, la demora se debió a una confusión en los contenedores de equipaje, de manera que tuvieron que bajar todos para poner los correctos. Cómo este era un viaje de placer, no estaba estresado por la demora, hasta la disfruté, pues estaba viendo la preparación de un 777 de Eva Air para un vuelo. Sin embargo, en ese momento yo no recordaba que tenía una conexión muy justa en Frankfurt, que más adelante me iba a hacer pasar una odisea a mi llegada a las tierras germanas.
El avión salió con poco más de una hora de retraso, pero no fue una espera pesada, pues el sistema de entretenimiento ya estaba funcionando desde que abordamos. Después de rodar por 20 minutos, del avión comenzó su jornada de casi 8 horas hasta Alemania. Hubo turbulencias ligeras, pero nada importante. Una hora después del despegue, la cabina se comenzó a llenar del olor a cena, y poco después, las sobrecargos pasaron ofreciendo las dos opciones ya conocidas "Pollo o pasta", yo opté por la segunda, que fue de una calidad aceptable. LA bandeja incluía, además de la pasta, una ensalada de zanahorias con lechuga y elotes (Que estaba deliciosa), un pan que parecía un chicle y una rebanada de pastel de chocolate. Para beber iba incluida una simpática botella de agua, y poco después la tripulación pasó ofreciendo las bebidas, donde opté por un vino tinto.
Después de retirar el servicio de la cena, me levanté al baño para estirar un rato los pies. Al volver a mi asiento, la azafata me pidió bajar las cortinillas para un mejor descanso y las luces se apagaron.
Desperté unas horas después, cuando ya estábamos cerca de entrar a espacio aéreo del Reino Unido. Unos minutos después, se repartieron panes bañados en lo que creo que era jarabe de Maple (Muy canadiense ) acompañado de las clásicas opciones de bebidas. Se retiró el servicio y se anunció el inicio del descenso, pues ya habíamos entrado en Alemania. Mientras aproveche para ver por la ventana y hacer unas fotos, y en eso estaba cuando vino el mensaje que desató el caos: "Estimados pasajeros, lamentamos informarles que dado el retraso sufrido en Toronto, los pasajeros con conexiones programadas serán reubicados en otros vuelos..." y comenzó a dar una larga lista de que viajeros alcanzaban su conexión y cuáles no. Fue en ese momento donde recordé que yo tenía una conexión hacia Hannover, y contaba con poco menos de 1:30 horas para realizarla, la indicación que me dieron a mí, fue preguntar al desembarcar el estado de mi conexión.
Aterrizamos en Frankfurt, y me llamó mucha la atención la gran cantidad de spotters que se veían en las vayas del aeropuerto. Imaginaba que serían bastantes más estrictos con ese tipo de situaciones, pero ya veo que no.
al desembarcar me dirigí con una agente de la línea, que me dijo que aún podía alcanzar la conexión, que me dirigiera a una puerta (la cuál no recuerdo) en esa terminal.
Bien amigos, hasta aquí dejo la historia por hoy, dado que ya no me quedan muchos caracteres prometo ser más breve en los próximos vuelos. así que si les gustó, en estos días tendrán la continuación por aquí.
Por cierto, tengo varias fotos para ilustrar la historia, pero no sé como subirlas, sí alguien me pudiera decir cómo, se los agradecería mucho.
Saludos.