El nuevo aeropuerto, con arte nacionalista
El diseño de la terminal estará a cargo de Norman Foster (premio Pritzker 1999) y de Fernando Romero, y contiene elementos de los símbolos patrios.
Se trata de una reproducción a escala: es una impresionante maqueta que muestra cómo lucirá cada espacio del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (Naicm). Allí se ven sus pistas de operación simultánea, una torre de control, su terminal y el Centro de Transporte Terrestre Intermodal. Pero es tan solo un aproximación de lo que será uno de los aeropuertos sustentables más grandes del mundo. La inversión es de 186 mil 92 millones de pesos.
Esta propuesta, diseñada por el arquitecto Norman Foster, premio Pritzker 1999, y por Fernando Romero, creador del Museo Soumaya, se construirá en una superficie de 5 mil hectáreas. Los detalles de este proyecto, que se planea seis veces más grande que el actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez, podrán ser conocidos por todo el público, ya que la maqueta del Naicm se exhibirá en la Feria Aeroespacial México 2017, a realizarse del 26 al 29 de abril en la base militar de Santa Lucía, en Tecámac, Estado de México.
A través de esta representación se pueden observar el despliegue arquitectónico, el concepto armónico de la enorme estructura donde están presentes algunos elementos nacionalistas, como el símbolo del águila posada sobre un nopal mientras devora una serpiente, y los colores que representan la bandera de México.
Trabajos de campo
Para dar forma al Naicm, proyecto considerado por el presidente Enrique Peña Nieto como “la gran puerta de acceso del mundo a México”, se labora arduamente. MILENIO visitó el polígono y recorrió sus terrenos.
Basadas en los cerca de 10 mil planos y en la maqueta, las acciones de nivelación de terreno están prácticamente terminadas ya que les falta menos del 10 por ciento. Se trabaja en la fase más intensa de la cimentación de las pistas 2 y 3, así como del edificio terminal, del Centro de Transportes Terrestre Intermodal y de la torre de control, donde ya se colocan los pilotes, sobre los que se construirá la nueva terminal. En su fase inicial, que estará lista en 2020, contará solo con tres pistas en operación simultánea, y transportará a 68 millones de pasajeros al año, con un promedio de 186 mil pasajeros diarios. La proyección es que en su etapa de máximo desarrollo, el nuevo aeropuerto cuente con seis pistas y transporte a cerca de 120 millones de pasajeros al año.
Pilotes especiales
Para los pilotes que sostendrán la construcción del Naicm se requirió de una mezcla especial de cemento: que fuera resistente a las sales e impermeable para evitar que el agua penetre a la estructura, explica Miguel Cruz Nieto, ingeniero que forma parte de la residencia de pilotes del Grupo Aeroportuario, a unos metros de las grúas y de las máquinas de perforación y colocación de estas piezas de 2.5 toneladas.
Se muestra cómo cada 20 minutos un pilote es colocado a seis metros de profundidad, como parte de la cimentación para la terminal, un proceso que contribuirá a evitar los hundimientos diferenciados mediante la colocación de 6 mil 611 pilotes.
El trabajo en el polígono de 5 mil hectáreas es intenso: en su interior el paisaje es el ir y venir de camiones que circulan uno tras otro, grúas en operación, personal con casco que recorre la zona e ingenieros que supervisan cada detalle.
En el terreno, ubicado a 5 kilómetros del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, se nivela con toneladas de tezontle, material pesado y drenes horizontales para extraer el agua y la humedad. De esa forma se logrará la estabilidad del terreno; en particular esas tareas se desarrollan en lo que será la pista 2, indica Alberto Arellano Arellano, residente del Grupo Aeroportuario.
Luminosidad
El Naicm ahorrará energía debido a que tendrá un sistema de ventilación y de aire acondicionado que optimizará el uso de energía con su diseño. Los arquitectos optaron por un perfil ondulante en la base del edificio, el cual incrementará la eficiencia estructural.
En lugar de columnas la terminal contará con 21 foniles, y en su edificación no se utilizará cemento, sino plafones especificados de acuerdo con los requerimientos acústicos y de resistencia al fuego. El plafón más emblemático dentro del aeropuerto es el tipo Flor con un acabado espejo que permite reflejar un máximo de luz y proporciona niveles uniformes de luminosidad en todos los espacios.
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