Jorge Martinez
Administrator
Este fin de semana mi suegro nos contó un par de anécdotas que ocurrieron cuando todavÃa era controlador en la Luftwaffe.
En ese entonces el caza que empleaban era el F104. Mi suegro estaba estacionado en una base del norte de Alemania. Como referencia, el terreno es totalmente plano, casi a nivel del mar y en la base donde estaban hay un montÃculo de tierra de aproximadamente 50 metros de alto donde están varias antenas. Lo interesante es que los cazas estaban autorizados a volar hasta a 100' AGL de modo que este montÃculo quedaba por arriba de la altura a la que podÃan volar en los alrededores.
Era común, sobre todo en verano, que los F104 pasaran borraceando cerca del montÃculo, ascendieran para poder librarlo, pasaran entre las antenas e inmediatamente ascendieran con posquemadores encendidos. Lo grueso es que si estabas cerca del montÃculo no escuchabas a los cazas sino hasta que los tuvieras muy cerca.
El caso es que un dÃa estaba un civil pintando las antenas del montÃculo color verde olivo y a todo mundo se le olvidó que allá estaba el hombre solo, trepado en una antena a 20 o 30 metros del suelo. Los cazas pidieron autorización para borracear y se les otorgó.... a la media hora regresó el pintor todavÃa temblando, la cara pálida y diciendo "no vuelvo a subir allá nunca más!".
O un par de ocasiones llamó un granjero de los alrededores a quejarse amargamente: al pasar los cazas a baja altura para librar el montÃculo, las vacas se asustaban, pero esa vez 2 de ellas se murieron del susto!
En ese entonces el caza que empleaban era el F104. Mi suegro estaba estacionado en una base del norte de Alemania. Como referencia, el terreno es totalmente plano, casi a nivel del mar y en la base donde estaban hay un montÃculo de tierra de aproximadamente 50 metros de alto donde están varias antenas. Lo interesante es que los cazas estaban autorizados a volar hasta a 100' AGL de modo que este montÃculo quedaba por arriba de la altura a la que podÃan volar en los alrededores.
Era común, sobre todo en verano, que los F104 pasaran borraceando cerca del montÃculo, ascendieran para poder librarlo, pasaran entre las antenas e inmediatamente ascendieran con posquemadores encendidos. Lo grueso es que si estabas cerca del montÃculo no escuchabas a los cazas sino hasta que los tuvieras muy cerca.
El caso es que un dÃa estaba un civil pintando las antenas del montÃculo color verde olivo y a todo mundo se le olvidó que allá estaba el hombre solo, trepado en una antena a 20 o 30 metros del suelo. Los cazas pidieron autorización para borracear y se les otorgó.... a la media hora regresó el pintor todavÃa temblando, la cara pálida y diciendo "no vuelvo a subir allá nunca más!".
O un par de ocasiones llamó un granjero de los alrededores a quejarse amargamente: al pasar los cazas a baja altura para librar el montÃculo, las vacas se asustaban, pero esa vez 2 de ellas se murieron del susto!