Cada vez más cerca
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fuente: reforma.com
Especial (7 julio 2013).- Parece que la espera pronto llegará a su fin: los viajes espaciales se convertirán en una opción más del turismo.
El multimillonario director de la empresa Virgin Galactic, Sir Richard Branson, recién anunció que será el 25 de diciembre de este año cuando él y su familia aborden la nave SpaceShipTwo para realizar el primer vuelo comercial suborbital.
Sí, cada cierto tiempo Branson hace lo mismo: anuncia el vuelo inicial, emociona al mundo entero y después, sin más, dice que hay que esperar; sin embargo, todo indica que esta vez puede ser la definitiva.
De ser así, se marcará una nueva era en la relación del hombre con el espacio.
A partir de 2014, subir a la termósfera por unos cuantos minutos para mirar la curvatura de la Tierra estará al alcance de todos aquellos dispuestos a desembolsar 250 mil dólares, que es la tarifa por persona para abordar una nave Virgin Galactic.
El centro de operaciones será el Spaceport America, en Nuevo México, el primer aeropuerto espacial comercial del mundo.
El edifico principal está terminado, igual que una de las pistas, desde la cual se han lanzado 12 vuelos de prueba no tripulados.
Y aunque pudiera parecer que Sir Richard Branson tiene el monopolio del espacio, la buena noticia es que hay otras firmas, como la europea Booster Space Industries y las estadounidenses XCOR y Space Adventures, que están pisando el acelerador para alcanzarlo.
Con una tecnología aún en ciernes, su idea a futuro es establecer un flujo constante de trayectos a costos relativamente más accesibles: de 100 mil a 150 mil dólares por un viaje similar.
En México se puede reservar el viaje de Virgin. Hay cinco agencias acreditadas para asesorar a los turistas interesados en vivir esta experiencia: Pérez-Maldonado, en Monterrey; Felgueres Travel Group y Lozano Travel, en la Ciudad de México; Turismo Apolo, en Mérida, y Viajes Capistrano, en Jalisco.
"Virgin Galactic ha mostrado seriedad, por eso trabajamos con ellos", dice Enrique R. Felgueres Jr., de Felgueres Travel Group.
El sueño de la humanidad
La historia de los viajes privados al espacio comenzó a escribirse en 2001, cuando el empresario estadounidense Dennis Tito pagó 20 millones de dólares a la compañía Space Adventures y la Agencia Espacial Federal Rusa para visitar durante ocho días la Estación Espacial Internacional (EEI).
Desde entonces, otros seis turistas se han hospedado ahí. El más reciente fue el canadiense Guy Laliberté, fundador del Cirque Du Soleil, quien en 2009 desembolsó 40 millones de dólares para visitar 12 días a la EEI.
Sin embargo, por el exorbitante precio de estos viajes es difícil considerarlos como una opción para el turismo en general.
Por eso, la alternativa suborbital de Virgin lleva casi una década acaparando reflectores: de ser considerado un excéntrico multimillonario, Branson se convirtió en un visionario de la exploración espacial.
Gracias a él, la gente "común" (es decir, quien pueda pagarlo) por fin verá la Tierra desde el espacio, experimentará la gravedad cero y volverá en dos horas y media a casa.
Desde 2005 al día de hoy, según datos de Viajes Capistrano, más de 600 personas en el mundo han comprado su boleto con Virgin, incluyendo a celebridades como Leonardo DiCaprio, Angelina Jolie y, recientemente, Justin Bieber. En la lista aparecen tres mexicanos, cuya identidad es confidencial.
"Aquí hay mucho interés y se siguen vendiendo los pasajes", asegura Carlos Pérez-Maldonado, director general de la agencia Pérez-Maldonado.
Sólo pasajeros saludables
Aquellas personas interesadas en convertirse en turistas espaciales no deben pasar pruebas de salud tan rigurosas como las de los astronautas, pero sí deben estar en buenas condiciones, explica George Whitesides, presidente de Virgin Galactic.
"Nuestras regulaciones indican, actualmente, tener un mínimo de edad de 18 años, pero no existe un máximo, así que tenemos clientes que rebasan los 70 años", dice Whitesides.
"Hemos realizado exámenes médicos a nuestros primeros usuarios y les hemos dado un entrenamiento preliminar utilizando una centrífuga, que simula la fuerza de gravedad durante el vuelo.
"Nuestras evaluaciones indican que las personas con salud pueden volar".
Por la corta duración de la experiencia, los efectos secundarios de someterse a la microgravedad serían mínimos.
"En un viaje de cuatro minutos no hay efectos secundarios, quizá algunos puedan marearse o perder la orientación por algunos minutos, pero no hay secuelas a mediano plazo", asegura Fernando de la Peña Llaca, director de AEXA Aerospace.
Los usuarios deberán pasar por un periodo de preparación de tres días para conocer la dinámica, las instalaciones y las actividades durante el vuelo.
Con información de Diana Saavedra
Tres alternativas
En 2001 se abrió la posibilidad de llevar "turistas" a la Estación Espacial Internacional; hasta hoy siete millonarios se han hospedado ahí durante varios días.
Virgin Galactic propone un viaje más sencillo: salir de órbita por unos minutos y volver a casa en dos horas y media.
También existe otra opción para experimentar la gravedad cero, pero sin llegar al espacio: los vuelos parabólicos.
link:
http://www.elnorte.com/deviaje/arti...rCobertura=Suplementos/deviajenorte&TipoCob=2