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Es la hora de los ejércitos
Rafael Cardona
Cronica.com
Nos llevaban cuando niños a mirar por entre las piernas de las personas alineadas sobre la Avenida Juárez y veíamos cómo ante nuestros ojos pasaban chirriantes y pesados los tanques del Ejército y marchaban los uniformados con cascos y fusiles y el asombro infantil aumentaba cuando sobre nuestras cabezas, por encima del Monumento a la Revolución, pasaban con monótonos ruidos de hélices antiguas los aeroplanos de la Fuerza Aérea Mexicana y todos éramos por un rato también soldados hijos de la patria querida, pues en esos párvulos años no sabíamos de la verdadera limitación de las armas nacionales siempre cubiertas de gloria como dijo don Ignacio Zaragoza.
Y quizá tampoco lo sabíamos cabalmente cuando en los inicios de este gobierno el jefe “nato” (nato quiere decir nacido, lo cual es extraña condición para ocupar para un cargo republicano, pero en fin) don Felipe Calderón, dispuso depositar en las bayonetas toda la fuerza del Estado y lanzó la tropa contra enemigos imprecisos cobijados en la amplia fronda del crimen organizado, la delincuencia mayor, los narcotraficantes y sus aliados internos; los traidores, los desertores y los podridos policías, entre otras fuerzas oscuras, con los sangrientos y poco redituables resultados hasta ahora conocidos.
Pero la historia humana es de alguna manera la historia de sus ejércitos. Hemos comenzado este año con asuntos relativos a ellos.
Ya en el Medio Oriente donde Israel tritura a los palestinos de Gaza y pronto a otros de regiones cercanas, o en Chiapas donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional conmemora quién sabe cuál fantasía o en Lomas de Sotelo donde se tejen tristes diagnósticos sobre la verdadera capacidad del Ejército Nacional, como veremos más adelante.
Por eso es oportuno ahora este informe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos —un ejército de otro modo—, al cual se puede acceder desde cualquier computadora doméstica.
“…Nación (México) altamente productora de drogas. El cultivo de goma de opio en 2007, creció hasta seis mil 900 hectáreas alcanzando una producción potencial de 18 toneladas métricas de heroína pura o cincuenta toneladas de heroína “negra”, sustancia dominante en el consumo occidental en los Estados Unidos; el cultivo de mariguana aumentó hasta ocho mil 900 hectáreas con una producción potencial de 15 mil 800 toneladas métricas.
“El gobierno desarrolla el más grande programa mundial de lucha para erradicar los grupos ilegales; (pero) México sigue siendo el principal país de traslado para la cocaína proveniente de Sudamérica. Por ahí pasa 90 por ciento de la coca movilizada al mercado americano; sus principales cárteles controlan el tráfico de drogas en tránsito a este país; es productor y distribuidor de éxtasis; un significativo centro de lavado de dinero y el mayor proveedor de heroína y mariguana al mercado americano”.
Triste diagnóstico de la armada invisible de EU sobre la realidad de México. Quizá cuando se realizó tan frío y preciso diagnóstico; seco y breve, no había visto la CIA nuestra verdadera condición militar, pero vale la pena revisar algunos análisis internos (El Universal, 2 de enero) para saber cómo anda la cosa en realidad:
“Si el Ejército Mexicano entrara en combate con sus poco más de 150 mil armas y sus 331.3 millones de cartuchos contra algún enemigo interno o externo (con capacidad de respuesta, se entiende), su poder de fuego sólo alcanzaría en promedio para 12 días de combate continuo, señalan estimaciones del Estado Mayor de la Defensa Nacional (Emaden) elaboradas por cada una de las armas al Ejército y Fuerza Aérea.
“Según las previsiones, el fuego de artillería de obuseros (cañones) de 105 milímetros alcanzaría, por ejemplo, para combatir sólo por 5.5 días disparando de manera continua las 15 granadas para dicha arma.
“Las unidades blindadas, según el análisis, tienen dos mil 662 granadas .75 milímetros. De entrar en combate, las tropas blindadas gastarían todos sus cartuchos en nueve días”.
Dicho de otro modo, si nos invaden los venezolanos, los salvadoreños o los guatemaltecos, regresaríamos a la tarde aciaga del convento de Churubusco en agosto de 1847, cuando (nos lo dicen Juan de Dios Arias y Enrique Olavarría y Ferrari en México a través de los siglos) el general David E. Twiggs le exigió las municiones sobrantes al derrotado Pedro María Anaya, quien lacónico, soberbio y ocurrente hasta el fin (no en balde llegó dos veces a presidente de la quebrantada nación), le dijo aquello de si hubiera parque usted no estaría aquí… Como se describen las cosas hoy nada más le podríamos ganar a Costa Rica.
Pero como sea, otras advertencias se han hecho en ocasiones anteriores a este informe divulgado a principios de año. En octubre del año pasado se conoció esta información:
“El general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional, advirtió a los integrantes de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, en reunión privada (octubre 2008), que los equipos y materiales de guerra del Ejército Mexicano son obsoletos.
“El jefe militar dijo a los legisladores que lo único que sirve es el armamento, los vehículos y aviones que se ven en el desfile militar del 16 de septiembre… Galván solicitó una ampliación de 32 mil millones de pesos al presupuesto de las fuerzas armadas para adquirir aeronaves, renovar la flotilla de Hummers y cambiar los radares, que actualmente, reconoció, sólo operan tres horas al día, lo cual implica que cualquier nave fuera de ese periodo puede ingresar al espacio aéreo sin ser detectada.
“Solicitó, también, siete mil millones de pesos para seguridad interna, petición que fue rechazada inicialmente por los diputados, porque —aseguró a este diario uno de los legisladores presentes en la reunión— esas tareas sólo corresponden a la Procuraduría General de la República y a la Policía Federal Preventiva. Galván dijo además que uno de sus objetivos es incrementar en 500 pesos el sueldo mensual a la tropa”.
“La Fuerza Aérea necesita comprar 12 aviones F-16 para lograr siquiera dos escuadrillas de combate en lugar de las piezas de museo actuales: los aviones (Northrop Freedom Fighter) F-5 cuyas características tecnológicas (el F-5A voló por vez primera el 30 de junio de 1959 y el F5E, el 11 de agosto de 1972) son como de “vochitos” voladores. Estos aviones se usan poco por muchas razones, entre otras, el alto costo de sus llantas: en cada aterrizaje quedan como “gallos” de vulcanizadora, sin contar con los accidentados en diversas maniobras.
Otra urgencia planteada por la Sedena fue la creación de cuatro baterías antiaéreas (una por año) para ser instaladas en el sureste con un costo de tres mil 40 millones de pesos. Inútilmente se pidieron cuatro partidas de 760 millones de pesos cada una para ser aplicadas del 2008 al 2011.
Pero a pesar de contar con el presupuesto más alto de la historia (43 mil 623 millones, 321 mil 860 pesos), el Ejército se enfrenta a una paradoja: ahora es insuficiente como nunca, pues tiene una movilidad no requerida antes, especialmente por haberle sido encomendadas tareas nunca antes desarrolladas de manera permanente, como prácticamente sustituir a las fuerzas civiles en el control de algunas poblaciones.
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saludos
Rafael Cardona
Cronica.com
Nos llevaban cuando niños a mirar por entre las piernas de las personas alineadas sobre la Avenida Juárez y veíamos cómo ante nuestros ojos pasaban chirriantes y pesados los tanques del Ejército y marchaban los uniformados con cascos y fusiles y el asombro infantil aumentaba cuando sobre nuestras cabezas, por encima del Monumento a la Revolución, pasaban con monótonos ruidos de hélices antiguas los aeroplanos de la Fuerza Aérea Mexicana y todos éramos por un rato también soldados hijos de la patria querida, pues en esos párvulos años no sabíamos de la verdadera limitación de las armas nacionales siempre cubiertas de gloria como dijo don Ignacio Zaragoza.
Y quizá tampoco lo sabíamos cabalmente cuando en los inicios de este gobierno el jefe “nato” (nato quiere decir nacido, lo cual es extraña condición para ocupar para un cargo republicano, pero en fin) don Felipe Calderón, dispuso depositar en las bayonetas toda la fuerza del Estado y lanzó la tropa contra enemigos imprecisos cobijados en la amplia fronda del crimen organizado, la delincuencia mayor, los narcotraficantes y sus aliados internos; los traidores, los desertores y los podridos policías, entre otras fuerzas oscuras, con los sangrientos y poco redituables resultados hasta ahora conocidos.
Pero la historia humana es de alguna manera la historia de sus ejércitos. Hemos comenzado este año con asuntos relativos a ellos.
Ya en el Medio Oriente donde Israel tritura a los palestinos de Gaza y pronto a otros de regiones cercanas, o en Chiapas donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional conmemora quién sabe cuál fantasía o en Lomas de Sotelo donde se tejen tristes diagnósticos sobre la verdadera capacidad del Ejército Nacional, como veremos más adelante.
Por eso es oportuno ahora este informe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos —un ejército de otro modo—, al cual se puede acceder desde cualquier computadora doméstica.
“…Nación (México) altamente productora de drogas. El cultivo de goma de opio en 2007, creció hasta seis mil 900 hectáreas alcanzando una producción potencial de 18 toneladas métricas de heroína pura o cincuenta toneladas de heroína “negra”, sustancia dominante en el consumo occidental en los Estados Unidos; el cultivo de mariguana aumentó hasta ocho mil 900 hectáreas con una producción potencial de 15 mil 800 toneladas métricas.
“El gobierno desarrolla el más grande programa mundial de lucha para erradicar los grupos ilegales; (pero) México sigue siendo el principal país de traslado para la cocaína proveniente de Sudamérica. Por ahí pasa 90 por ciento de la coca movilizada al mercado americano; sus principales cárteles controlan el tráfico de drogas en tránsito a este país; es productor y distribuidor de éxtasis; un significativo centro de lavado de dinero y el mayor proveedor de heroína y mariguana al mercado americano”.
Triste diagnóstico de la armada invisible de EU sobre la realidad de México. Quizá cuando se realizó tan frío y preciso diagnóstico; seco y breve, no había visto la CIA nuestra verdadera condición militar, pero vale la pena revisar algunos análisis internos (El Universal, 2 de enero) para saber cómo anda la cosa en realidad:
“Si el Ejército Mexicano entrara en combate con sus poco más de 150 mil armas y sus 331.3 millones de cartuchos contra algún enemigo interno o externo (con capacidad de respuesta, se entiende), su poder de fuego sólo alcanzaría en promedio para 12 días de combate continuo, señalan estimaciones del Estado Mayor de la Defensa Nacional (Emaden) elaboradas por cada una de las armas al Ejército y Fuerza Aérea.
“Según las previsiones, el fuego de artillería de obuseros (cañones) de 105 milímetros alcanzaría, por ejemplo, para combatir sólo por 5.5 días disparando de manera continua las 15 granadas para dicha arma.
“Las unidades blindadas, según el análisis, tienen dos mil 662 granadas .75 milímetros. De entrar en combate, las tropas blindadas gastarían todos sus cartuchos en nueve días”.
Dicho de otro modo, si nos invaden los venezolanos, los salvadoreños o los guatemaltecos, regresaríamos a la tarde aciaga del convento de Churubusco en agosto de 1847, cuando (nos lo dicen Juan de Dios Arias y Enrique Olavarría y Ferrari en México a través de los siglos) el general David E. Twiggs le exigió las municiones sobrantes al derrotado Pedro María Anaya, quien lacónico, soberbio y ocurrente hasta el fin (no en balde llegó dos veces a presidente de la quebrantada nación), le dijo aquello de si hubiera parque usted no estaría aquí… Como se describen las cosas hoy nada más le podríamos ganar a Costa Rica.
Pero como sea, otras advertencias se han hecho en ocasiones anteriores a este informe divulgado a principios de año. En octubre del año pasado se conoció esta información:
“El general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional, advirtió a los integrantes de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, en reunión privada (octubre 2008), que los equipos y materiales de guerra del Ejército Mexicano son obsoletos.
“El jefe militar dijo a los legisladores que lo único que sirve es el armamento, los vehículos y aviones que se ven en el desfile militar del 16 de septiembre… Galván solicitó una ampliación de 32 mil millones de pesos al presupuesto de las fuerzas armadas para adquirir aeronaves, renovar la flotilla de Hummers y cambiar los radares, que actualmente, reconoció, sólo operan tres horas al día, lo cual implica que cualquier nave fuera de ese periodo puede ingresar al espacio aéreo sin ser detectada.
“Solicitó, también, siete mil millones de pesos para seguridad interna, petición que fue rechazada inicialmente por los diputados, porque —aseguró a este diario uno de los legisladores presentes en la reunión— esas tareas sólo corresponden a la Procuraduría General de la República y a la Policía Federal Preventiva. Galván dijo además que uno de sus objetivos es incrementar en 500 pesos el sueldo mensual a la tropa”.
“La Fuerza Aérea necesita comprar 12 aviones F-16 para lograr siquiera dos escuadrillas de combate en lugar de las piezas de museo actuales: los aviones (Northrop Freedom Fighter) F-5 cuyas características tecnológicas (el F-5A voló por vez primera el 30 de junio de 1959 y el F5E, el 11 de agosto de 1972) son como de “vochitos” voladores. Estos aviones se usan poco por muchas razones, entre otras, el alto costo de sus llantas: en cada aterrizaje quedan como “gallos” de vulcanizadora, sin contar con los accidentados en diversas maniobras.
Otra urgencia planteada por la Sedena fue la creación de cuatro baterías antiaéreas (una por año) para ser instaladas en el sureste con un costo de tres mil 40 millones de pesos. Inútilmente se pidieron cuatro partidas de 760 millones de pesos cada una para ser aplicadas del 2008 al 2011.
Pero a pesar de contar con el presupuesto más alto de la historia (43 mil 623 millones, 321 mil 860 pesos), el Ejército se enfrenta a una paradoja: ahora es insuficiente como nunca, pues tiene una movilidad no requerida antes, especialmente por haberle sido encomendadas tareas nunca antes desarrolladas de manera permanente, como prácticamente sustituir a las fuerzas civiles en el control de algunas poblaciones.
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saludos